Las autoridades locales cuestionaron este martes el futuro del monte Fuji, la montaña más emblemática de Japón, por el sobreturismo
Las autoridades locales cuestionaron este martes el futuro del monte Fuji, la montaña más emblemática de Japón, por el sobreturismo, en el año en el que se cumple el décimo aniversario de su designación como Patrimonio de la Humanidad.
"Estamos preocupados sobre la situación a la que se enfrenta el monte Fuji en este momento", explicó Kotaro Nagasaki, gobernador de la prefectura de Yamanashi, donde se encuentra el volcán, durante una rueda de prensa organizada por el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón (FCCJ).
El icónico volcán, un tema recurrente en el arte e iconografía niponas, viene sufriendo en años recientes un importante aumento en la afluencia de turistas y escaladores, lo que ha traído también un incremento en el tráfico en sus inmediaciones, además de basura y problemas de suministro.
El volcán más conocido del archipiélago, que culmina a 3.776 metros, está abierto a senderistas de julio a septiembre, lo que atrae a cientos de miles de visitantes. Muchos recorren sus laderas por la noche para contemplar el amanecer desde la cima.
Durante este mes de julio, cerca de 65.000 senderistas acudieron al monte Fuji, lo que supone un aumento aproximado del 17 % con respecto a la afluencia anterior a la pandemia, según las cifras oficiales.
Nagasaki también estima que la cifra de visitantes se habría duplicado desde 2013, año en el que el volcán fue reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que dificultaría las tareas de protección del mismo.
"Ahora es el momento de abordar los problemas que enfrentamos de una forma totalmente distinta", dijo Nagasaki, quien propone controlar el número de visitantes, por ejemplo a través del cobro de una entrada, además de proporcionar otras formas de transporte que no sea el coche a las faldas del mismo.
Durante la época de escalada, se estima que unas 4.000 personas suben al Fuji cada día, según las cámaras infrarrojas, lo que también pone en riesgo a los escaladores ante las importantes colas y la búsqueda de rutas alternativas menos seguras.
El ministro de Transporte y Turismo japonés, Tetsuo Saito, anunció hoy también que se va a establecer a partir de otoño una nueva comisión para frenar el sobreturismo y crear "espacios turísticos sostenibles".