La muerte del ex presidente de la CEOE José María Cuevas ha conmocionado a empresarios, políticos y sindicalistas que coincidieron ayer en destacar su talante dialogante y tenaz, y en elogiarle como una figura clave para la Transición.
El que fuera presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) durante 23 años murió ayer en su domicilio madrileño a causa de un edema pulmonar.
Cuevas, que fue uno de los fundadores de la patronal y secretario general de ésta durante siete años, llegó a la Presidencia de la organización en 1984 en sustitución de Carlos Ferrer Salat y ocupó el cargo hasta el 14 de febrero de 2007, cuando abandonó por motivos de salud y fue sustituido por Gerardo Díaz Ferrán.
Durante los 23 años en que presidió la CEOE, Cuevas negoció los principales cambios en las relaciones laborales y la Seguridad Social. Al frente de la patronal, Cuevas negoció algunos de los acuerdos económicos más importantes y, en contadas ocasiones, intervino en la vida política del país.
Entre las reformas laborales pactadas con los sindicatos, destaca la de 1997 que, pese a ser duramente criticada por algunas organizaciones de la CEOE, en la práctica supuso un abaratamiento del despido.
Empresarios, políticos, sindicalistas y personalidades de diferentes ámbitos sociales, destacaron ayer unánimemente el carácter dialogante de Cuevas y subrayaron su papel determinante en la transición.
Considerado como un duro y tenaz negociador, pragmático y afable, Cuevas ha sido siempre parco en palabras y reacio a entrevistas, aunque no ha dudado de expresar sus opiniones políticas en numerosas ocasiones. “Negociad siempre, y cuando la negociación se vuelva imposible, seguid negociando”. Este último consejo, dado por Cuevas a la nueva dirección de la patronal en su despedida, describe claramente su afán por lograr el acuerdo y mantener el diálogo social hasta en los momentos más difíciles.
El tanatorio de La Paz, situado en la localidad madrileña de Tres Cantos, donde está instalada la capilla ardiente, fue ayer un continuo ir y venir de personalidades que fueron a dar su última despedida a Cuevas.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que visitó la capilla ardiente por la tarde, subrayó la “decisiva” contribución de Cuevas a los intereses generales del país y “para construir un modelo de relaciones sociales, de diálogo, de acuerdos”.
Cuevas, añadió Zapatero, “supo combinar muy bien la defensa de los intereses que representaba con la defensa del interés general de España”.
Nacido en Madrid, ostentaba el título de hijo adoptivo de Riaza (Segovia), donde hoy recibirá sepultura y era considerado un “hombre sencillo y valiente”.
Los sindicatos destacan su contribución al diálogo social y a la democracia laboral
José María Fidalgo (CCOO) afirmó que sin personas como Cuevas no habría existido el diálogo social, mientras que Cándido Méndez (UGT) insistió en su papel determinante para la democracia laboral en España.
El 2 de marzo de ese año el Consejo de Ministros, a petición del entonces ministro de Trabajo, Jesús Caldera, acordó conceder a Cuevas la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo. Caldera, que calificó a Cuevas de “persona extraordinaria”, también destaco su apuesta por el diálogo social y la institucionalidad, al igual que otros ex ministros de Trabajo, como Eduardo Zaplana, Javier Arenas, Manuel Chaves o Juan Carlos Aparicio, quienes destacaron su papel estelar en la transición.
El actual ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, recordó a Cuevas como una persona que durante muchos años entregó su vida a trabajar para intentar mejorar las condiciones de su país.
Los Reyes y los Príncipes envían telegramas de pésame a la familia
Los Reyes desde Lima, en donde se encuentran en visita de Estado, y los Príncipes desde Madrid enviaron ayer telegramas de condolencia a la familia del que fuera presidente de la CEOE. En la misiva, Don Juan Carlos resalta la gran carrera realizada por el político y su servicio a España, además de lamentar su pérdida, ha informado un portavoz del Palacio de la Zarzuela.