Alrededor de 2.500 presos encerrados en 17 cárceles del estado de California mantienen una huelga de hambre desde hace más de una semana para solicitar el fin de la política de casi total aislamiento contra los reos presuntamente vinculados con bandas criminales.
La huelga de hambre es la tercera y la más importante en el último año en las prisiones de California, en las que algunos reos permanecen en celdas de aislamiento durante alrededor de 23 horas al día.
El Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California ha indicado que el número de presos que participan en la protesta ha disminuido de forma considerable desde el 8 de julio, cuando 30.000 prisioneros comenzaron a rechazar los alimentos.
Asimismo, la portavoz del departamento, Terry Thornton, ha indicado que la huelga de hambre supone una violación de las leyes estatales y ha denunciado la existencia de informes que apuntan a coerciones a los reos para que participen en las mismas.
Sin embargo, Carol Strickman, una abogada que trabaja con varios de los presos involucrados en la protesta, ha rechazado estas acusaciones.
La protesta se produce en un momento en el que, además, el sistema de prisiones estatal está bajo escrutinio público debido a su masificación.