El rey Alberto II y su esposa Paola recibirán una pensión de 923.000 euros anuales tras abdicar el próximo 21 de julio y se les asignarán 10 personas para su servicio al margen de las necesidades de seguridad, pero deberán pagar impuestos por un valor aproximado de 200.000 euros, según ha anunciado el Gobierno belga.
La pensión de Alberto II será idéntica a la dotación que recibe actualmente el príncipe heredero, su hijo Felipe, y muy inferior a la asignación de 1,4 millones de euros que se acordó para la reina Fabiola a la muerte del rey Balduino.
El Gobierno belga decidió el mes pasado revisar a la baja el presupuesto para la monarquía y obligar a la familia real a pagar impuestos tras el escándalo provocado por la fundación que pretendía poner en marcha la reina Fabiola y las acusaciones de que su objetivo era precisamente eludir impuestos.
Alberto II y Paola han inaugurado este martes sus bustos en el Senado belga, obra del escultor neoexpresionista Wilfried Pas, en una ceremonia en la que han participado un centenar de invitados. A partir de mañana emprenderán una breve gira de despedida por las tres comunidades del país que les llevará a las ciudades de Gante, Eupen y Lieja.