El excanciller alemán Helmut Kohl debatió en 1982 un plan secreto con la entonces primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, para reducir en un 50 por ciento el número de turcos que residían en Alemania Occidental a través de la deportación de un gran número de ellos.
En base a unos documentos británicos citados por el diario alemán 'Spiegel Online', Kohl planteó la propuesta a Thatcher durante un encuentro celebrado en Bonn el 28 de octubre de dicho año.
"El canciller Kohl dijo (...) que sería necesario reducir en un 50 por ciento el número de turcos durante los próximos cuatro años, pero que no lo puede decir públicamente", dicen las notas tomadas durante la reunión.
"Será imposible para Alemania (Federal) asimilar al número actual de turcos. Alemania (Federal) no tiene problemas con los portugueses, los italianos e incluso los ciudadanos del sur de Asia, porque esas comunidades se están integrando bien", recogen dichos apuntes.
"Los turcos tienen una cultura diferente (...) Alemania (Federal) ha integrado a once millones de personas de los países del este de Europa, pero eran europeos y no representan problema alguno", agregan.
Kohl, que fue canciller entre 1982 y 1998 y líder del partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU) durante 25 años, afirmó en varias ocasiones durante su mandato que Alemania no era un país receptor de inmigración.
Alemania Federal emitió invitaciones durante los cincuenta y los sesenta a ciudadanos turcos y de otros países del sur de Europa para que acudieran al país a trabajar como mano de obra en el marco de su 'milagro económico', lo que provocó que miles de los llamados "trabajadores invitados" llegaran al país, también desde Italia, Grecia, Portugal, Túnez y la extinta Yugoslavia.
En la actualidad, alrededor de tres millones de personas de origen turco viven en el país, muchas de las cuales han adoptado la nacionalidad alemana tras los cambios introducidos en la legislación migratoria tras la derrota de la CDU ante el Partido Socialdemócrata (SPD) en 1998.