El PP rindió ayer su particular homenaje al presidente electo de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, por su “histórica” victoria electoral, en tanto que el PSOE, en la necesidad de designar a quien lidere la formación, ya baraja algunos nombres para relevar a Emilio Pérez Touriño. 

El proceso para la renovación del PSdeG comenzará hoy con la constitución de la Comisión Gestora que habrá de encauzar la preparación de un congreso extraordinario, y en consecuencia, la elección de la directiva de los socialistas gallegos y de su máximo responsable. 

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, se desplazará a Santiago de Compostela para presidir el acto, según ha confirmado en una entrevista a RNE. 

Aún es pronto para conocer la identidad de quien asuma las riendas del PSdeG, pero ayer el vicesecretario de Organización de los socialistas, José Blanco, adelantó uno de ellos, al menos como una opción entre las varias que barajan los socialistas: el del secretario provincial del partido en Ourense y todavía consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Manuel Vázquez. 

Durante una entrevista concedida a la Cadena SER, el dirigente socialista afirmó que se trata de una persona con “mucho cuajo político” y con una inestimable visión de la política gallega, si bien insistió en que el de Vázquez es un nombre más entre todas las posibilidades. 

En el PP el ambiente está más calmado, tanto que durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, celebrada ayer en Madrid, los dirigentes populares aclamaron a Feijóo y al propio Mariano Rajoy. Feijóo, tras dedicar el triunfo al presidente fundador, Manuel Fraga, y al presidente nacional, afirmó que la del PPdeG del pasado domingo ha sido una victoria electoral “histórica” por varios factores, especialmente por la ruptura del “mito de la abstención” –los comicios registraron un porcentaje de participación muy elevado–, y por la considerable movilización del voto urbano y del voto joven. 

El próximo presidente gallego señaló que la derrota del PSdeG se debió al castigo que los electores infligieron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por haber mentido sobre la crisis y por no haber sabido gestionarla. 

Como objetivo más cercano, los populares tienen las elecciones europeas de junio, y para ganarlas Rajoy ya ha ordenado trabajo y más trabajo.