Más de 1.600 militares recién entrenados por la Policía Militar comenzarán a patrullar a partir de este lunes junto con los agentes que ya conformaban este operativo en las calles de Río de Janeiro, dentro de la estrategia de seguridad prevista de cara al Mundial de fútbol, que se disputa en este país desde el 12 de junio.

   La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ya advirtió de que habría una presencia más clara del Ejército en la protección de todas las sedes --en un total de quince estados-- donde hay partidos programados o selecciones alojadas. De hecho, aún faltan por distribuir más de cinco mil soldados de las Fuerzas Armadas para prestar apoyo al evento.

   En cuanto a las manifestaciones durante el Mundial, el Gobierno ha asegurado que estarán permitidas, aunque asegura que se establecerán determinados "límites", de acuerdo con la información del diario brasileño 'O Globo', que apunta a que se llevará a cabo un "uso progresivo de la fuerza" en el caso de que sea necesario.

   Este viernes la policía militar ha realizado un simulacro de algunas de las tareas de seguridad que empleará durante la celebración de la Copa del Mundo. El operativo se completará con el uso de perros de la Policía, caballos, helicópteros, vehículos todoterreno, embarcaciones y motos, entre otros vehículos.


   El año pasado, coincidiendo con la Copa de Confederaciones, más de un millón de personas salieron a las calles para protestar contra el gasto público en el torneo y por la falta de inversión en servicios sociales.