Estados Unidos y Cuba decidieron hoy alargar hasta este viernes su cuarta ronda de negociación sobre el restablecimiento de sus vínculos diplomáticos tras una larga jornada que, según el Gobierno cubano, concluyó con "avances" en los temas que deben resolverse antes de abrir embajadas.
"Las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos han concluido por hoy. Continuarán mañana, y estarán seguidas por conferencias de prensa" de ambas delegaciones, dijo en un comunicado la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.
La Cancillería cubana indicó en su cuenta oficial de Twitter que hubo "avances" durante las ocho horas de reunión de hoy, y confirmó que las conversaciones continuarán el viernes en Washington.
La decisión de prolongar las conversaciones, que en un principio debían terminar hoy, puede significar o bien un progreso claro en las negociaciones o una dificultad mayor de la esperada para resolver los "asuntos pendientes" que, según aseguró hoy el Departamento de Estado de EE.UU., persisten en la agenda.
Ambas partes se han mostrado optimistas ante esta nueva ronda de diálogo, y han asegurado que se encuentran cada vez más cerca del objetivo de reabrir embajadas en las respectivas capitales.
El presidente cubano, Raúl Castro, llegó a afirmar la semana pasada que se podrá proceder a nombrar embajadores una vez que Cuba salga de la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado, algo que ocurrirá hacia el próximo 29 de mayo.
No obstante, el Gobierno estadounidense ha sido más cauto y no ha querido poner plazos al proceso de normalización que comenzó el pasado mes de diciembre con el histórico anuncio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
Cuba confirmó hoy que se ha superado la otra traba que, junto con su presencia en la lista estadounidense sobre terrorismo, suponía una de sus principales reclamaciones antes de poder abrir embajadas: el hecho de que la Sección de Intereses cubana llevaba más de un año sin un banco con el que operar en Estados Unidos.
En un comunicado, la Sección de Intereses de Cuba en Washington aseguró que han quedado restablecidos los servicios bancarios en la sede, lo que "garantizará el normal funcionamiento de la misión diplomática cubana".
La entidad elegida es el Banco Stonegate de Florida (EE.UU.), según informó hoy el presidente de esa institución, Dave Seleski.
Esos dos avances, la del banco y la lista terrorista, han mejorado sin duda el ambiente en las negociaciones que encabezan la la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y la directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal.
No obstante, hasta hoy persistían grandes discrepancias.
EE.UU. exige para sus diplomáticos una libertad de movimientos semejante a la que tienen en Rusia, China o Vietnam; mientras que Cuba quiere garantías de que no aprovecharán esa situación para establecer contactos con disidentes.
"Nos aseguraremos de que la embajada se ajusta a la forma en que operamos en otros países que son entornos restrictivos", aseguró Jacobson este miércoles en una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
La jefa negociadora estadounidense también afirmó que la relación que la Sección de Intereses estadounidense en La Habana mantiene "con la más amplia gama" de cubanos "aumentará una vez que se establezcan relaciones diplomáticas con Cuba".
La reunión de hoy supuso el primer encuentro bilateral de alto nivel desde la reunión entre los presidentes Obama y Castro en la Cumbre de las Américas que acogió Panamá en abril pasado.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró hoy que a Obama "le entusiasmaría tener la oportunidad" de visitar Cuba antes de que concluya su mandato, en enero de 2017.
Earnest respondió así a la pregunta de una de las periodistas cubanas que viajaron a Washington para cubrir la nueva ronda de negociaciones, Cristina Escobar, de la televisión estatal de Cuba.
Junto a ella, un grupo de periodistas cubanos asistieron a la conferencia de prensa diaria de la Casa Blanca por primera vez en más de medio siglo, y recibieron de Earnest el siguiente mensaje: "Bienvenidos a Estados Unidos y a la Casa Blanca".
Escobar tuvo además el privilegio, gracias a que un periodista estadounidense le cedió su asiento, de hacer una pregunta al portavoz, que normalmente da prioridad a los medios más prestigiosos, sentados en las dos primeras filas de la sala de prensa, y solo en ocasiones da la voz al resto de asistentes.