Al menos cuatro personas murieron hoy en Estambul, y 10 resultaron heridas, en un ataque suicida con coche bomba contra una comisaría y un tiroteo posterior con las fuerzas de seguridad que vigilaban el lugar, informaron varios medios turcos.
Según la televisión CNNTurk, poco después de la pasada medianoche un coche bomba explotó en una comisaría del barrio Sultanbeyli de la ciudad del Bósforo, causando, además de la muerte del atacante suicida, diez heridos y derribando parte del edificio.
Horas después, las fuerzas de seguridad que protegían a sus compañeros que investigaban la explosión respondieron al fuego de unos desconocidos y durante el tiroteo murieron dos atacantes y el jefe del departamento de investigación de la policía de Estambul, Beyazit Ceken.
La explosión del coche bomba, escuchada a varios kilómetros de distancia, causó también daños en edificios y vehículos circundantes a la comisaría.
En un comunicado, la Dirección de Seguridad de Estambul afirmó que no hay heridos graves, si bien estos, entre ellos tres policías, fueron hospitalizados.
Según el diario Hürriyet, la policía investiga en dirección al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, como posible responsable del atentado.
El sábado pasado se registraron tres ataques del PKK en el sureste de Turquía.
Según la agencia semioficial Anadolu, un total de 26 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en julio en ataques del PKK, al tiempo que 390 rebeldes de esa guerrilla fueron matados por el ejército turco, principalmente durante bombardeos aéreos en el norte de Iraq.
Recientemente, el grupo yihadista Estado Islámico (EI), al que combaten los kurdos de Siria e Iraq, advirtió a Turquía de que podría convertirse en objetivo de sus ataques con coche bomba si no se mantiene al margen de la guerra en su contra.
Turquía ha abierto a Washington su base aérea de Incirlik, en la sureña provincia de Adana, donde ayer se desplegaron 300 militares estadounidenses y 6 cazas F-16, para atacar desde allí al EI.