El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, pidió ayer a los electores que voten “desde el convencimiento” y no “desde el odio”, que es a su juicio lo que practica el PP con su actitud basada en “la mentira y la calumnia”. 

Griñán, que participó en el Parque de las Ciencias de Granada en un acto electoral junto a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, contrapuso la actitud del PP a la del PSOE, basada “en ideas y compromisos”. 

Diferenció en estas elecciones entre aquellos que “usan el paro y las desgracias para pedir el voto” y los que, como el PSOE, lo piden para un proyecto de “ideas, esperanzas y futuros”. 

“El odio corroe las entrañas”, señaló Griñán, que sostuvo que, desde los últimos 30 años, Andalucía “cree en sí misma” pese a “los cuervos que anuncian catástrofes y miserias”, aquellos cuya “mayor desgracia es que baje el paro y que lo único que quieren es meter miedo”. 

El presidente de la Junta subrayó la aportación de los andaluces que emigraron a la construcción de la Europa actual, que, dice, siempre apoyó a esta comunidad pese a las peticiones de “la derecha” de que se la defienda más en el contexto europeo. 

Griñán dijo que le parece bien que el presidente del PP-A, Javier Arenas, le proponga un pacto para defender Andalucía, pero consideró que “el mejor pacto” es que ese partido “no gobierne nunca”, porque cuando lo hicieron “le quitaron a Andalucía 4.000 millones de fondos europeos”. 

Arremetió contra quienes usan los problemas como una “oportunidad electoral”, y manifestó que el PSOE no quiere “el aplauso gratuito, sino el merecido”, ni tampoco “borreguitos”, sino “gente crítica que nos apoye críticamente”. 

Las prioridades de la Junta pasan por hacer de Andalucía una región “más vertebrada”, para lo que apostó por dos grandes ejes diagonales: el de Granada a Lisboa y el de Estepa a Valencia, así como por una línea de Alta Velocidad de Almería a Huelva. 

Griñán se referió a la crisis económica, cuyo causante ha sido a su juicio “la especulación”, para asegurar que Andalucía saldrá de ella con medidas tendentes a apoyar al sector privado para que invierta y a favorecer que la construcción no se desplome. 

“Lo malo no ha sido el ladrillo, que da de comer a mucha gente, sino la especulación”, dijo José Antonio Griñán.