Los médicos que trabajan en los barrios rebeldes de Alepo han criticado la falta de acción de Estados Unidos. En una carta abierta al presidente, Barack Obama, los profesionales sanitarios recuerdan que la situación es desesperada para los civiles y que son atacados cada 17 horas.
Los pediatras, cirujanos y otros médicos se apenan la actitud de EE.UU y asegura que: “No necesitamos ni lágrimas, ni compasión, ni oraciones. Demuestren simplemente que apoyan a los sirios”.
La situación es extremadamente dramática
Alrededor de dos millones de personas en la ciudad siria Alepo se han quedado sin acceso al sistema público de agua corriente, a raíz del aumento de los combates, que han dañado la red eléctrica, esencial para suministrar agua a toda la ciudad, según ha denunciado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La agencia de la ONU ha informado en un comunicado de que el pasado 31 de julio, una serie de ataques y bombardeos en Alepo acabaron afectando a la estación de transmisión eléctrica, encargada de alimentar al sistema de suministro de agua de la ciudad.
A pesar de que las autoridades lograron restaurar el funcionamiento del sistema de aguas urbano el pasado 4 de agosto, una nueva oleada de ataques acabó dañando de nuevo la infraestructura. Como resultado, la ciudad más grande de Siria, que se encuentran en medio de un asedio por parte de las fuerzas del Gobierno de Bashar al Assad, se ha quedado sin agua corriente durante los próximos cuatro días.
“Los niños y las familias en Alepo están enfrentando una situación catastrófica. Estos cortes están llegando en medio de una ola de calor, poniendo a los niños en grave riesgo de enfermedades que se transmiten a través del agua”, ha dicho Hanna Singer, representante de UNICEF en Siria. “El restablecimiento de la red de agua no puede esperar al cese de los ataques. Las vidas de los niños están en serio peligro”, ha añadido.