Previstas para el próximo 1 de octubre, día en el que se cumple el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China
La Policía de Hong Kong rechazó hoy autorizar las tres manifestaciones convocadas por el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF, por sus siglas en inglés) previstas para el próximo 1 de octubre, día en el que se cumple el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China.
A través de su perfil en la red social Facebook, el CHRF informó de que los organizadores han recibido una notificación por parte de la Policía de Hong Kong que les impide llevar a cabo los dos mítines y la marcha convocadas para el Día Nacional de China.
Según el CHRF, la Policía alegó que esta prohibición responde a la necesidad de "salvaguardar la seguridad y el orden públicos y los derechos y libertades de los otros".
Una de estas manifestaciones proponía celebrar un luto por el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China bajo el lema: "No es el Día Nacional, sino el Día de la Calamidad Nacional", ya que muchos hongkoneses perciben al régimen comunista como autoritario.
Sin embargo, en la parte continental, el 1 de octubre se celebrará sin escatimar en gastos con, entre otras cosas, un gran desfile militar que requerirá del cierre de varias de las grandes avenidas de Pekín.
Las manifestaciones convocadas por el CHRF han sido las más multitudinarias (más de un millón de personas cada vez que han convocado una marcha) y pacíficas de las acontecidas hasta la fecha en Hong Kong.
En cada ocasión que la Policía ha denegado una autorización a las manifestaciones, la gente ha seguido saliendo a la calle de manera espontánea y muchas de estas protestas improvisadas han terminado con enfrentamientos entre los agentes de policía y algunos manifestantes violentos.
Las protestas, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición, se han sucedido durante más de 100 días en la región administrativa especial y han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que la rigen y una oposición al autoritarismo de Pekín.