La exención también se aplicará a las donaciones de dinero y productos extranjeros procedentes de los Estados Unidos, y también del resto del mundo
China anunció que los suministros importados desde Estados Unidos utilizados para la prevención y el control del nuevo coronavirus estarán exentos de aranceles y avanzó que se llevará a cabo un plan de ayudas económicas a empresas para paliar los efectos de la crisis en la economía china.
La agencia oficial de noticias Xinhua publicó hoy la decisión tomada el sábado por el Ministerio de Finanzas por la cual estos productos, que han estado sujetos a aranceles adicionales durante la guerra comercial entre China y Estados Unidos, estarán exentos de aranceles entre el 1 de enero y finales de marzo.
Los productos que disfrutarán de exención arancelaria incluyen reactivos, artículos de esterilización, suministros de protección, ambulancias, vehículos de desinfección y vehículos de comando de emergencia.
Además, los impuestos recaudados sobre estos artículos importados antes del anuncio y desde el pasado 1 de enero serán reembolsados.
El ministerio recordó que como consecuencia de la crisis sanitaria, que ya totaliza 304 muertos en China y 14.380 infectados, los equipos y materiales médicos "son escasos", especialmente en Wuhan, el epicentro del nuevo brote de coronavirus, y en otras ciudades en la provincia de Hubei.
La exención también se aplicará a las donaciones de dinero y productos extranjeros procedentes de los Estados Unidos, y también del resto del mundo.
"Con el fin de ayudar a la lucha contra el coronavirus y en medio de donaciones entusiastas del país y del extranjero, el ministerio decidió implementar una política arancelaria más preferencial", apunta el comunicado.
Desde el estallido de la crisis sanitaria son numerosas las naciones, empresas e instituciones que han mostrado su apoyo al gigante asiático con donaciones monetarias o de material, algunas de Estados Unidos, como es el caso de la Fundación Bill y Melinda Gates, que donó 10 millones de dólares ( 9.013.000 euros) para material de socorro e investigación.
Todo ello pese a que el Gobierno de Donald Trump anunció este viernes que prohibirá temporalmente el ingreso en el país de los extranjeros que hayan visitado China en los últimos 14 días para evitar la propagación del coronavirus.
China y Estados Unidos están en plenas negociaciones para poner fin a la guerra comercial entre ambas potencias y hace unas semanas concluyeron con un acuerdo la primera fase del diálogo, unas conversaciones que podrían enturbiarse ahora con esta crisis sanitaria declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como emergencia mundial.
Además de esta medida fiscal, el Banco Popular de China (PBOC) y varios otros departamentos anunciaron el sábado que se van a llevar a cabo una serie de medidas para paliar las consecuencias de la crisis, que según los expertos pueden ser nefastas, especialmente para las pequeñas empresas.
Se harán "más esfuerzos para fortalecer el apoyo crediticio para el sector manufacturero, las pequeñas y microempresas, así como las empresas privadas" con tasas de préstamos más bajas, más préstamos crediticios y préstamos a mediano y largo plazo para ayudar a las empresas más afectadas a salir adelante.
También se apoyará a las instituciones financieras para que puedan hacer "arreglos de pago flexibles cuando sea necesario en préstamos de crédito individuales, cuando aquellos que pierden temporalmente fuentes de ingresos debido a la epidemia no pueden pagar los préstamos de manera oportuna".
"Los pagos pueden diferirse durante el brote, mientras que los pagos atrasados no afectarán los registros de crédito", asegura el organismo.
Como consecuencia de la crisis, el país ha ampliado una semana las vacaciones del Año Nuevo Chino, con la consecuente paralización de la producción en las fábricas, mientras que miles de negocios se están viendo afectados por la paralización de las ciudades ya que el principal consejo del Gobierno para evitar la propagación es que la gente permanezca en sus casas.