El Gobierno húngaro extendió este viernes por otro mes el cierre de sus fronteras para ciudadanos extranjeros, en un intento de frenar la pandemia del coronavirus, mientras el número de contagios diarios alcanzó un nuevo récord con 3.286 casos y 65 muertos en las últimas 24 horas.
El número acumulado de infecciones es de unas 71.400 y el de fallecimientos por la covid-19 aumentó hasta los 1.699, informaron hoy las autoridades sanitarias en Budapest.
El número de casos activos es de 51.761, de los cuales 3.753 están hospitalizados y 267 se encuentran en cuidados intensivos, conectados a respiradores.
El decreto para extender el cierre de fronteras fue publicado anoche en la Gaceta Oficial y firmado por el primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán.
Su contenido no ha cambiado, o sea se prohíbe, con algunas excepciones, la entrada de extranjeros en el país centroeuropeo.
Hungría, de 9,7 millones de habitantes, fue el primer país de la Unión Europea (UE) que ha impuesto el cierre de sus fronteras desde el pasado 1 de septiembre, justificando la decisión en el creciente número de casos en todo el continente.
Por su parte, Orbán explicó hoy en su habitual entrevista con la radio pública Kossuth que espera que las primeras vacunas contra la covid podrían llegar al país ya a partir de diciembre y que la vacunación comenzaría con los más necesitados, como los enfermos crónicos y los ancianos.
Según Orbán, la vacunación en masa podría realizarse en los primeros meses de 2021 y "posteriormente, en abril -tal vez- podremos declarar victoria sobre la pandemia".
A partir del lunes próximo se aplicarán reglas más severas en el uso de mascarillas, que no solo serán obligatorias en el transporte, instituciones, sino también en los bares y restaurantes cuando los clientes no consumen.
"Desde el lunes empieza un nuevo mundo", dijo Orbán, prometiendo medidas severas y agregó que si no se respetan las reglas "los comercios y restaurantes (entre otros) serán cerrados".