La pandemia ha frustrado un año que pintaba muy bien para el sector de las viviendas con fines turísticos (VFT). “Enero, que marca la tónica del resto del ejercicio, fue excepcional”, asegura Luis López, responsable de Alquiler Vacacional, empresa destinada al asesoramiento y gestión integral de VFT en la provincia.
Pero el estado de alarma y la desescalada han impedido que se ocupe desde marzo ni una sola de las 54.000 plazas que hay en Cádiz en los 10.000 inmuebles disponibles. Tres largos meses en los que los propietarios se han sentido abandonados por el Gobierno.
Dado que no están obligados a ser autónomos y fiscalmente tienen la consideración de arrendadores, no se han beneficiado de las ayudas puestas en marcha para el resto de actividades empresariales y turísticas, advierte Carlos Pérez Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA). Todo ello pese a que el sector genera, según los datos de Pérez Lanzac, 12.000 puestos de trabajos directos y otros 7.500 indirectos en el conjunto de la región.
El responsable de AVVA reclama igualmente consideración por parte de las administraciones (aún espera que el Ministerio de Sanidad publique el protocolo de seguridad) por la “notable extensión en la generación de movimiento económico en los lugares con oferta VFT”. “Muchos de estos municipios, por una cuestión de tamaño, solo tienen estos inmuebles como alojamiento y, en general, -remarca-, el 60% del gasto del cliente de VFT se destina a la restauración local, el comercio de proximidad y el transporte”.
La crisis se siente ya. La mayoría de los propietarios no tienen los ingresos de la VFT como complemento, sino como única aportación a la economía familiar. Algunos comienzan a optar por el alquiler de temporada corta, para estudiantes, porque las previsiones para el verano no son optimistas. En el conjunto autonómico, la ocupación rondará el 35% en julio, advierte Pérez Lanzac, y puede alcanzar el 50% en agosto.
Estas cifras son ligeramente superiores en el caso de Cádiz. Luis López, también representante de AVVA en la provincia, prevé una primera quincena de julio “flojita”, pero porcentajes en torno al 60% hasta septiembre, muy por debajo del 90% registrado el año pasado, no obstante.
El miedo gana, por el momento, la batalla. Las noticias tienen repercusión inmediata, como el cierre de playas o el rebrote en Algeciras, cuando “la realidad es que tenemos muchos kilómetros de costa” y las restricciones por exceso de aforo no son la tónica general, y la respuesta sanitaria es inmediata, lamenta.
Hay que tener en cuenta que precisamente son los destinos del litoral gaditano los más demandados. El turismo de sol y playa se impone. “Los propietarios de chalés con piscina no están teniendo problemas, pero quienes se benefician de la oferta cultural y de ocio sí están notando una disminución de las reservas”, explica.
Los grandes eventos se han caído del calendario, como el Concert Music Festival Sancti Petri, en Chiclana; No Sin Música, en Cádiz capital, o el Puro Latino Festival, en El Puerto, y con ellos, gran parte del negocio de las VFT. “Se agradecen iniciativas como las impulsadas por el alcalde portuense, Germán Beardo, o la celebración de los dos grandes premios de motociclismo en Jerez, pero no compensan las pérdidas”, explica.
“Lo duro vendrá en octubre”, pronostica. Aunque “muchos clientes reprogramaron sus estancias previstas en primavera para otoño, habrá que ver cómo evoluciona la pandemia”. En cualquier caso, López considera que propuestas como la del Gobierno local de Cádiz de modificar el PGOU para suspender durante un año la concesión de nuevas licencias para hoteles, hospedajes y VFT, retirada finalmente del orden del día del Pleno de este viernes, no ayudan. “El turismo es un elemento fundamental para dinamizar la economía de los pueblos y las ciudades. La situación económica con la que nos vamos a encontrar en septiembre no tiene nada que ver con la del verano o enero pasados. No es el momento de poner barreras”, concluye.
“Balance agridulce” del convenio para acoger a familias vulnerables
El convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Cádiz y Alquiler Vacacional para el arrendamiento de viviendas destinadas a fines turísticos para el alojamiento temporal de familias vulnerables y personas en situación de riesgo de exclusión arroja un balance “agridulce”, según el responsable de la empresa. Luis López lamenta que se produjeran “incidentes vecinales por miedo a los beneficiarios, asegurando falsamente desde determinados foros que eran turistas” y, además, el Ayuntamiento no ha reubicado a dos familias que siguen ocupando sendos inmuebles una semana después de finalizar el estado de alarma.