El canto del muecín desde la mezquita, el rugir del agua en fuentes o albercas y el bullicio del gentío en plena calle son sonidos que quizá pasan desapercibidos para la gran mayoría pero que, a partir de ahora, tratarán de sumarse a los numerosos atractivos turísticos de los que ya goza Granada.
Esta ciudad andaluza ha presentado los denominados "Itinerarios sonoros del Albaicín", proyecto desarrollado por el Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada en colaboración con el Área municipal de Medio Ambiente, que propone una serie de rutas a pie para escuchar los sonidos que caracterizan al histórico barrio.
Sus promotores han destacado que se trata de una iniciativa pionera en España porque explora la riqueza acústica de un enclave único, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y pretende reivindicar además a Granada como una "ciudad del sonido" y no como una urbe "ruidosa".
Según el profesor Diego Pablo Ruiz, impulsor del proyecto surgido a raíz de una tesis doctoral sobre el concepto de espacio sonoro, el atractivo de los cinco itinerarios planteados radica no sólo en los sonidos en sí en los que se centran, sino en la especial dimensión que estos adquieren en su contexto urbano o arquitectónico.
"El sonido no sólo lo producen determinados focos o fuentes sonoras, también la configuración de calles o plazas que amplifican determinadas frecuencias, lo hacen envolvente", ha explicado este experto, que finalmente ha seleccionado 53 puntos de "observación acústica" entre los centenares que ha registrado.
El proyecto, que en palabras del alcalde, José Torres Hurtado, supone un "enriquecimiento sensorial" de la ciudad, ha dividido el pintoresco barrio en cinco itinerarios diferentes, caracterizados por los sonidos predominantes en cada uno de ellos.
El primer itinerario se centra en los sonidos del Darro y se extiende desde la conocida Plaza Nueva, donde pueden escucharse el reloj de la Real Chancillería, sede el Tribunal Superior de Justicia andaluz, los caños del "Pilar del Toro", obra de Diego de Siloé, o el rugir del agua en el embovedado sobre el río.
La segunda ruta invita a descubrir los sonidos de la ciudad desde el Albaicín, concretamente desde la plaza del Triunfo, pasando por la Puerta de Elvira, del siglo XI, y la cuesta Alhacaba, donde escuchar las mirlas al amanecer, hasta la placeta del Correo Viejo.
El tercer itinerario, que se inicia en el calle Calderería Nueva y finaliza en el Monasterio de Santa Isabel la Real, recoge sonidos del quehacer diario de la gente, en calles bulliciosas donde se pueden percibir las conversaciones y el paso de vecinos y turistas.
El cuarto se denominada "Sonidos para los encuentros" porque los sonidos que se escuchan a lo largo del recorrido están relacionados con las llamadas a encuentros: campanas de iglesias y monasterios o la llamada a la oración desde la mezquita a espaldas del mirador de San Nicolás.
El quinto y último itinerario está diseñado para escuchar distintos sonidos de plazas y placetas, comienza en la de Santa Ana y concluye en el famoso mirador de San Nicolás, con vistas a la Alhambra.
"Proponemos otra forma de conocer el Albaicín, desde el oído, no sólo desde la vista", ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Mérida, que ha explicado que todas estas rutas a pie también estarán disponibles a partir de mañana, coincidiendo con el Día Mundial contra el Ruido, en la página web municipal para que puedan ser "escuchadas" desde cualquier parte del planeta.