Cargos del Granada CF que han declarado este martes como testigos en el juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal 3 de Granada sobre el robo de la caja fuerte que contenía la recaudación del partido que se disputó contra el FC Barcelona el 18 de octubre de 2011 han destacado la "pasividad" del jefe de seguridad de la empresa Gegsa --que se encarga de la gestión del estado Nuevo Los Cármenes--, uno de los tres acusados por lo ocurrido.
La segunda sesión del juicio, que arrancó este lunes y continuará el jueves, ha servido para que desfilen ante el juez multitud de testigos, tanto de Gegsa, que han apuntado a la falta de celo en la seguridad de los empleados del Granada CF, como de los trabajadores del club, que, por su parte, han cuestionado las decisiones del jefe de seguridad, Juan C.C.S., que, como Jonathan L.G., técnico instalador de la empresa Tecnimatic Security, según la Fiscalía y el gerente de la misma empresa y hermano del anterior, Daniel L.G., se enfrenta a tres años de prisión por un delito de robo con fuerza en las cosas.
Así, uno de los directivos del Granada CF, Pedro González Segura, que fue quien denunció el robo ante la Policía ha señalado que tuvo conocimiento de lo sucedido al día siguiente, el 19 de octubre, por medio del gerente, David Navarro, y que quiso por ello trasladarle el asunto al jefe de seguridad de Gegsa, sin que hubiera "revuelo mediático", para pedirle las imágenes de las cámaras de seguridad que había instaladas en el recinto.
Juan C.C.S. le dijo entonces que las cámaras habían sido desconectadas el día 17, porque se iban a acometer unas obras en los focos de luz, lo que en un principio le pareció "extrañísimo", aunque no le prestó más atención. "Ese día fue de locos", ha indicado el directivo, que se puso inmediatamente en contacto con el presidente del Granada CF, Quique Pina, para informarle de lo sucedido e interpuso denuncia en la comisaría central de la Policía en Granada.
Tras ello, los agentes del Grupo de Robos empezaron a trabajar para esclarecer lo ocurrido, y el jefe de seguridad de Gegsa, que siempre era "muy meticuloso" en su trabajo y activo a la hora de tomar decisiones, sólo se limitaba a ir aportando lo que le reclamaba la Policía. "Eso me llamó poderosamente la atención", ha sostenido González Segura, que ha considerado que el procesado, dado su conocimiento y experiencia, podría haber sabido "en media hora" quién era el responsable del robo, "si él hubiese querido".
EL ROBO DEL DISCO DURO, UNA "SORPRESA"
Además, ha afirmado que le causó "una sorpresa muy importante" que, tan sólo un día después de que la Policía solicitara las imágenes grabadas por las cámaras antes del día 17 para intentar averiguar quién era el portador de la tarjeta con la que se había accedido al estadio el día del robo, el propio Juan C.C.S le comunicara que habían sustraído el disco duro que almacenaba ese material.
Su hermano, Ángel González Segura, responsable de infraestructuras en el Granada CF, ha indicado que también se enteró del robo al día siguiente, y ha reseñado que las tarjetas de acceso a las instalaciones las "manipulaba" el acusado Juan C.C.S., como responsable de la seguridad.
Asimismo, ha indicado que en el club desconocían que se habían desconectado las cámaras el día 17 y ha sostenido que "lo normal" era que se les hubiera indicado. "Primero pensamos que podía haber sido alguien del Granada, pero al rastrear la tarjeta utilizada el día del robo, todo salió de nuestro lado, porque no eran de las que se utilizaban", ha mantenido el testigo, que ha resaltado además que la actuación del jefe de seguridad fue de "mucha pasividad". "Él siempre tenía una actitud muy activa, tomaba decisiones, todo lo controlaba él", ha señalado.
Por otra parte, ha admitido que tuvo quejas de Gegsa porque los trabajadores del Granada CF se dejaban abierta en ocasiones la puerta de acceso al párking de vehículos, pero ha mantenido que, además de esa y la de entrada a las dependencias del Granada, existían otras tres puertas más para llegar hasta las oficinas, dos de ellas con tarjeta codificada y la tercera que se activaba con un mando y necesitaba una clave para la alarma. "Las tarjetas no estaban descontroladas, todas estaban personalizadas, y Gegsa las controlaba", ha indicado.
Sin embargo, varios trabajadores de Gegsa, como los oficiales de control y mantenimiento del estadio, han apuntado la falta de precaución en la seguridad que tenían en el Granada CF. "No había seguridad ninguna, nosotros teníamos miedo de que alguien entrara y nos amenazara, porque allí se movía mucho dinero. Yo he visto sacarlo en bolsas y mochilas y llevarlo hasta un vehículo", ha declarado uno de los testigos, que, como otros empleados de Gegsa, han confirmado que no vieron a los otros dos inculpados, los hermanos Daniel y Jonathan L.G. en las inmediaciones del estadio el día del robo.
Han comparecido también las dos últimas personas que estuvieron en las oficinas del Granada CF antes del robo, la que era responsable de las taquillas --por vídeoconferencia--, que ha indicado que la recaudación de la venta de entradas se dejó en la caja fuerte que había en un pequeño almacén, y el utillero que la acompañó, que ha certificado que la alarma se activó a su salida y que se fueron cerrando las puertas a su paso, alrededor de las 21,15 horas.
GEGSA, "ACCESO ILIMITADO"
El informático del estadio, que expedía las tarjetas de acceso junto al jefe de seguridad, ha explicado que todos los trabajadores de Gegsa tenían acceso "ilimitado" a las instalaciones del Nuevo Los Cármenes, y que los del Granada CF sí tenían más limitaciones, ya que sólo podían entrar en las dependencias que tenían cedidas. Además ha justificado la desconexión de las cámaras porque se les había comunicado que iba a haber un "corte total" de luz, por la instalación de nuevos focos, pero ha indicado que el estado "normal" de las mismas es que estuvieran "encendidas".
El testigo ha señalado que, tras una llamada de Juan C.C.S., pudo comprobar que habían sustraído también el disco duro del ordenador en el que se almacenaban las imágenes el día 25 de octubre, y ha indicado que además, cuando fue a comprobar el listado de las personas que habían accedido a la zona donde se encontraba el sistema, se quedó "desconcertado" porque al principio no encontró nada, aunque después descubrió que lo que había pasado es que la puerta había sido arreglada y se había "reiniciado", al cambiarle las pilas. Por otro lado, y a preguntas de la defensa, ha confirmado que ese listado se podría haber "manipulado", cambiándole el nombre a las tarjetas que aparecieran.
La directora financiera del Granada CF ha señalado que la recaudación de la venta de entradas del partido aquel 18 de octubre ascendía a alrededor de 150.000 euros, si bien a esa cifra habría que restarle los patrocinios, la venta online o a agencias de viaje, lo que daría como resultado la cantidad sustraída: 131.000 euros. Según ha dicho, ella misma y el gerente eran las personas que decidían quiénes tenían las claves de la alarma de las oficinas del Granada, y existía un listado de esas personas por tanto.
Ella, y el que era entonces el responsable de prensa, han confirmado además que todo el personal que trabajaba en las oficinas conocía de la existencia de la caja fuerte que, según han incidido varios testigos, no podría desplazarse por parte de una sola persona "sino por dos o tres como mínimo".
El juicio continuará el próximo jueves con más pruebas testificales y periciales, y quedará entonces previsiblemente visto para sentencia.