Los forenses que examinaron el cuerpo sin vida del dueño de la discoteca 'Status Quo' de Churriana de la Vega (Granada) tras recibir una puñalada mortal en la noche de 'Halloween' de 2014 han apuntado este miércoles a que recibió un "ataque directo" sin que constaran signos de pelea o forcejeo previos.
Apareció una "pequeña erosión en uno de los nudillos de la mano" con "poco sangrado" que bien pudo ser efecto de una "caída una vez agredido" o de la propia "maniobra de reanimación" pero que "no tiene importancia ni relevancia" como señal de defensa, han advertido estos técnicos en la tercera sesión de la vista oral en la Sección Primera de la Audiencia de Granada que un jurado popular compuesto por nueve personas enjuicia a Juan A.H.B., de 24 años, al que la Fiscalía pide 20 años de prisión por la presunta comisión de delitos de asesinato y de robo con violencia, este último con la circunstancia agravante de reincidencia.
Según han detallado los forenses, la longitud de la herida que presentaba el cadáver en el flanco abdominal, de unos dos centímetros, es "compatible con el filo del arma encontrada" una navaja de 14 centímetros de hoja con la que el atacante llegó a perforar la arteria ilíaca derecha de la víctima provocando una "hemorragia masiva".
El atacante habría estado a la derecha de la víctima que recibió la puñalada en "posición vertical, ni agachado ni doblado", han asegurado.
Para atravesar prendas de ropa, piel y órganos, la navaja siguió una "trayectoria horizontal, tranversal y perpendicular al eje del cuerpo" en una profundidad mínima de doce centímetros provocando una "muerte de etiología homicida", han detallado estos técnicos del Instituto de Medicina Legal de Granada.
La presentación de esta pericial ha tenido lugar tras la declaración de varios testigos comenzando por el hombre que participó en un altercado previo a los hechos y que estaba en busca y captura por no presentarse este pasado martes ante el tribunal; ha señalado que estaba bebido aquella noche y que solo conoce al acusado "de vista del barrio".
También han declarado, entre otros, la pareja sentimental de la víctima, que se ha ratificado en la indemnización que pide para ella y sus tres hijos menores de edad; una camarera de la discoteca que ha asegurado que muchos asistentes a la fiesta de 'Halloween' iban disfrazados; y el joven al que presuntamente robó una bicicleta el supuesto autor de los hechos para huir; además de tres guardias civiles que llevaron la investigación de los hechos.
Las sesiones se reanudan este próximo jueves con la declaración de un testigo cuyo testimonio es "relevante", según la defensa del acusado, y que este miércoles no se ha presentado ante el tribunal; antes de los informes con las calificaciones definitivas de las partes.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 4,20 horas del 1 de noviembre de 2014, cuando se estaba celebrando la fiesta de 'Halloween' en la discoteca 'Status Quo', de Churriana de la Vega.
En la discoteca, el acusado se encontraba acompañado de su hermano, su novia y otros amigos, uno de los cuales, el testigo que tuvo que ser localizado para que declarara este miércoles, había protagonizado un incidente que requirió la presencia del servicio de seguridad, consistente en el arrojo de varias botellas contra la barra del bar. Ello motivó que se personara en el lugar el propietario del establecimiento, de 33 años, que fue acompañado por uno de sus empleados.
Mientras este último reducía al amigo del inculpado para que no causara más destrozos, el procesado, "aprovechando la gran cantidad de personas que se habían congregado en la parte posterior de la discoteca y la escasa luz del recinto", procedió a clavarle de una sola asestada una navaja de 17 centímetros de hoja al dueño del local, según el fiscal, "con la inequívoca intención de causarle la muerte" y dejando "sin posibilidad de defensa a su víctima".
Tras lo ocurrido, el procesado, que se declara inocente desvinculándose de estos hechos, salió huyendo por la puerta trasera de emergencia de la discoteca, donde, tras darle un fuerte golpe en el pecho, le robó la bicicleta a una persona que circulaba por allí.
En la huida, el acusado arrojó la navaja que portaba a una tubería a escasos metros del establecimiento donde sucedieron los hechos, un arma que luego fue recuperada por la Policía Nacional.
En sus calificaciones provisionales, la acusación particular que representa los intereses de la viuda y sus hijos reclama 20 años de prisión para el procesado e indemnizaciones de 180.000 euros para ella y 200.000 euros para cada uno de sus hijos, mientras que la defensa pide la libre absolución.
