El equipo multidisciplinar que trabaja desde hace dos semanas en un paraje de Alfacar (Granada) en la búsqueda de la fosa común donde podrían estar los restos de Federico García Lorca, junto a otros fusilados en agosto de 1936, ha hallado este miércoles los restos de una bala de un calibre de la época que ha "entusiasmado" a los expertos.
Se trata de "la camisa de un proyectil disparado" que ha sido encontrado en la cota del terreno donde los investigadores están buscando los pozos que pudieron ser usados como fosas comunes, según ha detallado a Europa Press el presidente de la Asociación Regreso con Honor y arqueólogo coordinador de los trabajos, Javier Navarro.
"Es un hallazgo que nos ha entusiasmado a todos y que nos puede servir como evidencia de que estamos en buen lugar, pero es algo muy inicial, queda mucho por limpiar de forma manual y por analizar", ha relatado el arqueólogo después de que una pala retroexcavadora haya estado trabajando durante dos jornadas en la segunda cata realizada en el terreno, en el Peñón del Colorado.
Por su parte, el especialista en munición Miguel Ángel Zapater ha detallado a Europa Press tras un primer análisis del proyectil que puede corresponder a un calibre para arma larga --como un fusil, mosquetón o carabina-- o para una arma corta del calibre que empleaban las pistolas de la guardia de asalto, de modelo Astra 902.
La ubicación en la que se ha encontrado hace pensar al experto que podría vincularse al proceso de los asesinatos, aunque este extremo está por confirmar pues no está descartado que se usara para las tareas de adiestramiento. La deformación que presenta el proyectil evidencia además que ha traspasado un cuerpo semiduro.
La zona en la que trabaja este equipo multidisciplinar está en el margen izquierdo del sendero que llevaba al campo de instrucción.
Por este camino, según los testimonios publicados por los investigadores Eduardo Molina Fajardo y Miguel Caballero, dio sus últimos pasos Lorca y los que fueron fusilados junto a él, el maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.
Los expertos han detectado en esta zona, que avanza en dirección al lugar donde ya intervinieron en una fase anterior, algunas manchas en el terreno que podrían corresponder a pozos que fueron usados como fosas comunes durante la Guerra Civil.
Este pasado lunes se comprobó además la existencia de un paleocanal o cauce antiguo del que emanaba agua en otras épocas geológicas y que puede explicar que se excavaran pozos en esta zona en busca del líquido elemento.
Navarro cree de hecho que puede haber más de un pozo, pues todas las evidencias "animan a pensar que están definitivamente en el lugar apropiado".
Regreso con Honor ha recabado para esta intervención el respaldo de la familia del maestro Dióscoro Galindo y de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en calidad de "familia política" de Arcollas y Galadí.
Fue hace unos meses cuando una de las nietas del maestro practicó en el laboratorio Labgenetics, en Madrid, la recogida de muestras de ADN, para cotejarlas con los posibles restos óseos que se encuentren en las tareas que está realizando la asociación.