La restauración de la armadura decorativa y del techo con maderas labradas del arco de acceso al Oratorio del Partal, en el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife, ha permitido recuperar la imagen original de este enclave del siglo XIV.
Con un presupuesto total de 823.616 euros, la intervención en el Oratorio del Partal, que comenzó en mayo de 2013, ha contado con la participación de la entidad privada World Monuments Fund, patrona benefactora del Patronato de la Alhambra y Generalife, tras colaborar en la financiación con 218.464 euros.
El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, ha visitado este lunes este enclave patrimonial, situado en una de las zonas más antiguas de la Alhambra, para conocer al detalle los trabajos de restauración y conservación que se han llevado a cabo en este espacio, que de nuevo podrá volver a ser contemplado por todos los ciudadanos. Vázquez se ha congratulado por la recuperación de este "espacio singular que, a partir de ahora, podremos contemplar y disfrutar tal y como lo concibió en el siglo XIV el sultán Yusúf I".
Vázquez ha felicitado al equipo de profesionales que ha participado en la restauración y conservación por "la excelencia y calidad" de su trabajo, ya que "nos ha permitido profundizar un poco más en lo que sabemos de la Alhambra, un monumento que encierra una parte imprescindible de la historia de Andalucía".
"El Oratorio del Partal nos muestra el alma de un monumento sin el que no se entiende Granada", ha añadido el consejero, en presencia del presidente de la WMF en España, Juan Carlos Fierro, el director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, y del alcalde de Granada, Francisco Cuenca, quien ha hecho hincapié en que el trabajo de conservación que se hace en la Alhambra es "reconocido mundialmente".
El objetivo principal del proyecto se ha centrado en la restauración de la armadura apeinazada y del alfarje --techo con maderas labradas-- del arco de acceso al Oratorio, debido a la deformación que presentaba la armadura histórica. La meticulosa labor de limpieza, consolidación y protección de la acción directa del agua de lluvia ha permitido conocer "el funcionamiento estructural de la armadura y descubrir las técnicas originales que utilizaron los artesanos nazaríes en la decoración de este espacio, como la capa de policromía original que empleaba láminas de estaño cortadas". La dirección técnica ha corrido a cargo de Federico Wulf.
Otro de los ejes de la intervención ha sido la recuperación de los elementos decorativos, paramentos y yeserías interiores, que ha sido llevado a cabo por el Departamento de Restauración del conjunto monumental. "Su deficiente estado de conservación se debía principalmente a su exposición a los agentes meteorológicos", ha indicado la Alhambra en una nota informativa.
Las actuaciones realizadas han consistido en la limpieza superficial, fijación y consolidación de las policromías y reposición de los elementos perdidos. En una siguiente fase están previstas otras intervenciones complementarias en paramentos, iluminación, restauración y mejora de los jardines adyacentes.
Con estos trabajos, el Oratorio ha recuperado su imagen original, tal y cómo fue concebida por el sultán Yúsuf I (1333-1354). Son los primeros que se realizan desde hace casi 90 años, los anteriores emprendidos por el arquitecto conservador de la Alhambra, Leopoldo Torres Balbás (1888-1960), en 1930. Antes de esta fecha, fue restaurado por Rafael Contreras (1824-1890), en 1846, desde un punto de vista pintoresco-romántico --muchas de las yeserías añadidas durante esta época aún perviven-- y, anteriormente, tras la conquista cristiana, fue remodelado para uso residencial.
En su decoración interior destaca su mihrab, debidamente orientado e integrado en el paisaje, para favorecer la meditación del sultán sobre la naturaleza, la creación y la oración, y el muro lateral del edificio que da a la alberca, decorado con yeserías, junto a la armadura apeinazada que domina todo el espacio.
El Oratorio del Partal, de planta rectangular, tiene unas dimensiones interiores de 3 por 4,15 metros y está adosado a la casa llamada de Astasio de Bracamonte, escudero del conde de Tendilla, que fue alcaide de la Alhambra desde 1492. Este edificio, también restaurado, es de época nazarí, aunque fue adaptado en el siglo XVI. La estructura de esta casa es más antigua que la del Oratorio, ya que conserva restos de pintura mural imitando ladrillo, igual a la del paramento exterior de la Torre de las Damas, en el Partal.