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San Fernando

'Enigmas en la provincia de Cádiz', el estudio de cada una de las leyendas urbanas

Antonio S. Jiménez escribe con el pseudónimo Richard Stine sobre las leyendas y apariciones desde el punto de vista del investigador de hechos paranormales

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Enigmas en la provincia de Cádiz es el nuevo libro de Antonio S. Jiménez, esta vez con el pseudónimo Richard Stine y en calidad de investigador de fenómenos paranormales. Es una deferencia que ha quedado tener con sus seguidores como escritor para separar a ambos autores y no llamar a confusión.

Para escribir este libro ha tenido que desarrollar un amplio trabajo de campo en los muchos lugares de la provincia en los que se cuentan historias de apariciones, hechos paranormales que en este caso no se cuentan como simple literatura, sino que tienen que pasar el filtro de las máquinas, los aparatos que graban imágenes y sonidos en condiciones extremas, muy sensibles, que propicien una explicación racional a esos fenómenos.

Son además casos que se repiten en muchas poblaciones, por lo que obedecen en gran parte a la narrativa oral transmitida de abuelos a padres y a hijos que las van transmitiendo con ligeras variaciones en cada ocasión.

Ahí es donde entra el trabajo de los investigadores y en cierto modo la forma de desmitificar -o intentarlo- el mito. Y que algunas veces escritores como Antonio S. Jiménez, no como investigador sino como escritor, preferiría no desentrañar y mantener la leyenda como la cuentan los vecinos de los pueblos. Sobre todo cuando las cuentas los grandes contadores de historia que existen en toda la geografía gaditana.

Por que ahí reconocía Antonio S. Jiménez que como escritor prefiere la leyenda, aunque en este caso su trabajo consista, precisamente, en explicar lo inexplicable, o en cierto modo, en romper la magia de cada cuento, cada aparición o cada misterio transmitido cientos de veces alrededor de la mesa camilla en invierno, en las noches de verano, en la tertulia entre amigos.

La literatura oral que precisa de buenos especialistas en la narración. Algo así como el que se encargaba de contar las películas a todos aquellos que no habían podido ir a verlas en aquellos tiempos en los que no todos podían comprar la entrada y que escuchándolo imaginaban todo lo que pasó por la pantalla e incluso mucho más.

Antonio S. Jiménez, con su nombre real, ya tiene otro libro sobre las leyendas urbanas de San Fernando e incluso ahora comenzará una nueva ruta para explicarla in situ a todos aquellos isleños que no saben que en cada rincón de un pueblo se esconde una leyenda.

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