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San Fernando

Profesora Virginia Vélez: "Yo creo que la culpa la tiene el levante"

Las academias de baile de San Fernando son tenidas en los concursos por la cantidad de premios que consiguen. No se quejan pero saben que algo no funciona.

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En la final de Híspalis han conseguido premios la Academia Marismas de Sonia Peña, la escuela de Marisa Sáinz, Solera, y la Academia Tronío de Virginia y Verónica Vélez que se ha llevado el primer premio infantil y una beca para Daniela Muñoz, una de las componentes del grupo Canelitas.

Esto, además, no es caso aislado y Virginia Vélez manifestaba al respecto que a las academias de San Fernando “les temen” porque de pocos concursos a los que van no se traen premios.

Dicen que San Fernando no es una ciudad con una gran afición al flamenco, aunque la tuvo y que los jóvenes no están por la labor de seguir los pasos de los mayores. De hecho, faltan cantaores y cantaoras para bailar hasta el punto de todas las academias tiran de los mismos, por lo que Virginia hace un llamamiento a aquellos que tengan condiciones para enseñarlos o enseñarlas a cantar.

Las academias en San Fernando, tanto con bailaoras al frente como bailaores -ahí están Raúl e Bule, Jesuli Carrillo o David Nieto-son al día de hoy lo poco que queda de aquella afición, aunque es una afición de calidad porque las decenas de alumnas y muchos menos alumnos se quedarán con el cante y el baile grabado y eso ya es una garantía de futuro.Para cuando cambie el ciclo. Porque el flamenco, como todo, va por ciclos. Dígase para que nadie pierda la esperanza.

Las academias tienen además otro problema añadido y es la falta de peñas flamencas para que las alumnas se enfrenten al público, cojan tablas y sientan los primeros aplausos que las hagan perseverar en un oficio -o afición- tan difícil.

Por eso los concursos son tan importantes, aunque además de los premios las profesoras y profesores tienen que hacer de psicólogos para animar a los que no consiguen premio. En realidad, lo importante seria contar con un calendario en el que el alumnado pueda salir a escena de forma periódica, lo que facilitaría el trabajo de las academias.

Dentro de ese trabajo hay otras circunstancias a tener en cuenta y a elogiar. Es verdad que no se quejan por el número elevado de alumnas que tienen, pero a base de bajar los precios que en otras ciudades se multiplicarían por tres o por cuatro.

“Y creo que es el levante”, dice Virginia Vélez cuando se refiere a la falta de turismo en San Fernando, aunque levante también hay en Chiclana y el panorama es totalmente distinto. Quizá a que nadie ha sabido vender bien lo que tiene La Isla, pero de una forma o de otra, el trabajo que están haciendo las academias es una semilla que irá creciendo, que incluso dará buenas bailaoras o profesoras con el tiempo y eso es garantía de continuidad.

Para cuando vengan los japoneses. Salvo que vengan, aprendan y pongan academias para hacerle la competencia a los nativos. Capaces son.

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