Autoridad y potestad. Alguien había dicho que dijo el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Cabllero Álvarez, que se subiría al escenario Del Real Teatro de las Cortes a pronunciar un discurso reivindicativo y duro a favor de los ayuntamientos y su verdadero papel -no el que emana de las leyes, sino el real- en la sociedad, el de entes sobre los que recaen los servicios a la sociedad, que en su mayor parte pagan los ciudadanos de este lugar y cuyos réditos se apuntan otros traspasando competencias pero no dinero.
Y lo hizo. Fue un discurso denso que no faltó a la efeméride y su importancia pero para enlazar aquella primera constitución liberal de 1812 que comenzó a gestarse dos años antes en la Villa de la Real Isla de León, con la Constitución del 1978, una gran obra que por las circunstancias de aquellos tiempos se quedó corta en muchos aspectos y que hay que corregir por medio de una revisión profunda del papel del municipalismo. Porque es de justicia.
En su intervención en el acto institucional por el CCXI Aniversario de la Convocatoria a Cortes Generales Extraordinarias en la Villa de la Real Isla de León, el presidente de la FEMP lamentó que los ayuntamientos aparezcan "someramente" en la Constitución del 78, a través de tres artículos en los que, ha apuntado, "no se profundizó en las competencias y la financiación" de estas entidades locales.
A su juicio, la Carta Magna fue "muy conservadora" en el tratamiento de los ayuntamientos, debido en parte a "las dificultades del momento en que se redactó, donde se antepusieron otras prioridades a la consideración institucional de las entidades locales".
"Cuando se reforme la Constitución, que sucederá, se deberá fijar el marco del ámbito municipal, aportando sus competencias a través de las leyes", sostuvo, reconociendo que, desde el punto de vista político, la Carta Magna fue "un gran éxito de la historia de España" y "pieza clave para fijar la convivencia del Estado".
Sobre la importancia de los ayuntamientos, Caballero dijo que estos no tienen competencias en sanidad "a pesar de estar en primera línea", y las que ostentan en materia de política social son "menores y sin apenas relevancia", algo que ocurre también, según sus palabras, en asuntos como la cultura, donde "el 95 por ciento de las bibliotecas y museos son de titularidad municipal" y sin embargo las competencias son "prácticamente inexistentes".
"La influencia de los ayuntamientos es de máxima importancia y se ha puesto de manifiesto con la Covid19 en este año y medio, pero sobre todo en el confinamiento", ha valorado el presidente de la FEMP, a la par que ha reconocido la "capacidad de actuación" de estas entidades para "mantener las ciudades en funcionamiento y el ánimo y la moral de sus gentes".
Por eso, ha defendido que España "necesita una segunda descentralización" en la que las comunidades cedan competencias a los ayuntamientos, algo que, ha recordado, tenía que haber ocurrido en la década de los 90 cuando hubo una descentralización de competencias del Estado a las comunidades autónomas.
"Los ayuntamientos son vertebradores de la sociedad", dijo refiriéndose a todos fueran del signo político que fueran y eso había que considerarlo sobre el papel.
Caballero manifestó que la Constitución de 1812 dedicaba su Título VI a la estructura de gobierno de los ayuntamientos y los ámbitos a su cargo, algo que no se hizo en la del 78, donde sí se abordan las instituciones que conforman el Gobierno de España, las comunidades autónomas y otros poderes del Estado; por eso, ha insistido en que esta cuestión "tiene que ser estudiada, analizada y corregida".
"211 años nos unen con esa gesta de libertad y democracia de 1810, donde las ciudades y ayuntamientos emergieron en la legalidad, y hoy, la fuerza de las ciudades y de los ayuntamientos, la fuerza de la nueva política y del vigor urbano llama a un nuevo tiempo para las ciudades", dijo el presidente de la FEMP.
Alcaldesa de San Fernando
La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ahondó aún más en el papel del municipalizo sobre todo cuando la sociedad a nivel global se encuentra inmersa en la transformación “más disruptiva, amplia y acelerada que ha conocido la humanidad, y son igualmente profundos e imparables los cambios sociales que esta situación están impulsando”.
“La ultima década ha sido un periodo convulso. Hemos padecido una crisis financiera global y una pandemia por Coronavirus, que está causando la mayor recesión mundial de la historia, que se une a una crisis medioambiental en el planeta, a los efectos económicos y sociales de la globalización y sobre todo a los cambios que están produciéndose en la forma en que hacíamos casi todo por la revolución tecnológica”.
Los cambios que se están produciendo en esta nueva realidad, son “tan profundos y de tal velocidad que, suponen un enorme reto” para los administradores públicos, pero son también “una enorme oportunidad de crecimiento y bienestar para nuestras ciudades”.
“Somos conscientes de que estamos diciendo adiós a un mundo y que otro se está fraguando a gran velocidad. Y con toda la ilusión y fuerza que tenemos como gobierno, hemos propuesto a este Ayuntamiento a que viaje a esa frontera, para conocer y escuchar a quienes están diseñando el nuevo tiempo. Y con ellos de la mano, movilizar los medios necesarios, utilizando todas nuestras capacidades, esfuerzo y creatividad por construir un futuro disruptivo que esté a la altura de lo que la sociedad sueña”.
Cavada consideró el conocimiento como el “mejor instrumento” para mejorar el futuro de las personas. “Solo si recogemos visiones muy diversas del futuro, con la aportación de los más grandes especialistas en distintos campos con los que aspiramos a presentar una panorámica amplia, profunda, abierta y sugerente de los retos que nos aguardan en los próximos años podremos avanzar de verdad hacia ese futuro que anhelamos”.
“Las ciudades contamos con el conocimiento, el valor de la proximidad y la fuerza de la inteligencia colectiva para afrontar estos problemas globales. Los gobiernos locales ya lo estamos haciendo, si bien con recursos escasos y competencias mal definidas. A pesar de la infrafinanciación crónica que padecemos los gobiernos locales, hemos demostrado sobradamente que las ciudades podemos hacer más con menos”.
La alcaldesa de San Fernando dijo que en esta ciudad “adquirimos el firme propósito de desaprender, para volver a plantear desde cero el modo en el que diseñamos, gestionamos y construimos juntos la ciudad del mañana, una ciudad sostenible y armoniosa que promueva la inclusión social, la resilencia y la prosperidad”.
“Impulsamos la creación de un espacio alternativo de pensamiento y acción que tienda a deconstruir críticamente el desarrollo urbano. Porque debemos ser capaces de dar respuesta a las nuevas demandas desde una transformación y revisión profunda de la forma en la que venimos haciendo las cosas. Debemos renovar las bases de la estructura administrativa completamente, debemos cambiar profundamente la forma de hacer ciudad, de prestar servicios y de generar desarrollo, y hacerlo desde nuevas perspectivas que sean capaces de mejorar la productividad e impulsar un mejor crecimiento”.
El acto había comenzado como es habitual con la lectura de los artículos de la Constitución de 1812 fraguados el 24 de Septiembre a las once de la noche en el entonces Teatro de Comedias y hoy Real Teatro de las Cortes, donde se celebraba la sesión en recuerdo de aquella presidida por Lázaro Dou. Y no hubo mejor representante de la sociedad civil para leerlas que la responsable del Servicio de Atención a la Ciudadanía del Distrito de Atención Primaria Bahía de Cádiz-La Janda, la enfermera Manuela Lacida Baro.
Era obviamente un homenaje al personal sanitario que sigue fajándose contra la pandemia de coronavirus y especialmente a la rama de Enfermería que es la que está, ha estado y seguirá estando en primera línea.
Luego fue la delegada de Cultura, María José Foncubierta, quien se encargó de leer el acta del nombramiento de Abel Caballero Álvarez para ofrecer el discurso de institucional del 24 de Septiembre. Y leyó su currículo vital, el docente y el político, que es el que le otorga carta de naturaleza para sentar cátedra como catedrático de Economía, como alcalde de Vigo y como presidente de la FEMP para alzar la voz y reclamar la deuda que España tiene con sus municipios y que también ha pagado, prácticamente a fondo perdido, a las Comunidades Autónomas.