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Sanlúcar

Pasión y devoción con la Esperanza y el Cautivo, solemnidad de Silencio y Amor

Las tres hermandades del Jueves Santo sanluqueño protagonizaron una jornada espléndida con buen tiempo y gran seguimiento del público

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Jueves Santo de esplendor el que se vivió esta Semana Santa en Sanlúcar. Alejados de las consultas a los partes meteorológicos, los miembros de las juntas de Gobierno de las hermandades que procesionan en esta jornada tuvieron claro desde bien temprano que su salida de este año estaría acompañada por la climatología y por los miles de fieles que, animados por el día festivo y el sol que lucía en Sanlúcar, se echaron a la calle a ver contemplar a dos de las hermandades que mayor devoción aglutinan.

Pasados unos minutos de las cinco de la tarde se abrieron las puertas de San Nicolás. Un gesto que los allí congregados agradecieron con aplausos. El Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la Esperanza Coronada, titulares de esta hermandad a los que el Barrio acoge cada año con gran devoción y entusiasmo, comenzaban su estación de penitencia hacia la parroquia de Nuestra Señora de La O.  Desde el campanario de San Nicolás cayeron los pétalos para recibir a sus titulares en la calle. Con la salida de la Esperanza Coronada, sonó la marcha compuesta para su coronación ‘Esperanza por los pobres coronada’ con al que se adentró la reina del Barrio en la calle Barrameda.

Si bien hasta hace algunos años la hermandad dejaba el recorrido por su Barrio para el final de su trayecto, en los últimos años viene ocurriendo al revés y el Cristo de la Expiración y la Esperanza Coronada reciben nada más salir de su templo el cariño de los fieles de la parroquia de San Nicolás de Bari, sede de esta cofradía. Dos horas de recorrido por su barrio, engalanado para la ocasión, en el que los titulares de la hermandad de la Esperanza Coronada fueron ovacionados con cantes y saetas del Sanlu, El Plazoleta  y de la familia Muñoz, José Miguel Évora y María Mezcle, y  vivas y oles de la multitud allí congregada. 

Al paso de la hermandad, petaladas  que inundaron los pasos de misterio y de palio y buen ritmo de las cuadrillas de costaleros que mecieron al Cristo y a la Virgen a los sones de la banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de los Milagros y la Banda Sinfónica Julián Cerdán, respectivamente. Era la segunda vez que la recién creada banda de la Hermandad de los Estudiantes tocaba durante esta Semana Santa en Sanlúcar, al depositar la Hermandad de la Esperanza su confianza en ellos para acompañar al Santísimo Cristo de la Expiración y no defraudaron. La salida de la cofradía este año estuvo marcada por el estreno de distintos enseres, destacando la restauración en varias fases del apostolado, ángeles y arcángeles del paso de Cristo por los hermanos de la hermandad don Antonio Rodríguez Romero y doña Inmaculada García Canales. También estrenó el paso de palio los faroles de entrevarales realizados por Orfebrería Sanlúcar, el manto de camarín y la saya para la Virgen de la Esperanza realizados por el taller de bordado de la hermandad y el bordado de los paños de las bocinas del paso de palio, realizados por Ildefonso Jiménez.

La de la Esperanza es la hermandad de penitencia que mayor número de hermanos tiene en nómina, algo más de 1.300 mientras que el número de nazarenos se ha situado este año en torno a los 500, lo que da muestras del respaldo de los fieles sanluqueños a esta hermandad. La Hermandad modificó su recorrido respecto al año pasado, cuando llegaron hasta El Pino para visitar el monumento a la Esperanza Coronada. En los próximos años tiene previsto ir modificando su discurrir por el Barrio con el objetivo de visitar a todos los vecinos.

Una hora más tarde partió desde la pequeña Iglesia de los Desamparados la Hermandad del Cautivo, que destaca cada Jueves Santo por el importante patrimonio que pone en la calle y por los centenares de mujeres sanluqueñas que acompañan al Señor Cautivo realizando penitencia. Multitudinario el recibimiento que la Sanlúcar Cofrade dio a Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Estrella en su salida de este año.

La plaza de San Roque se quedó pequeña para contemplar la salida de los titulares de esta Hermandad que, como novedad este año, han elegido para acompañar musicalmente al paso de palio, la Banda de Música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María.  Espectacular el acompañamiento musical que la Banda de Cornetas y Tambores ‘Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real’ aportó a Jesús Cautivo, cuya entrada en carrera oficial, ya entrada la noche, fue uno de los momentos más solemnes de la noche, marcado por el silencio del público contagiado por la penitencia del Cautivo. Otro de los momentos mágicos vividos en la noche del Jueves Santo fue el paso de la Virgen de la Estrella por la calle San Jorge, donde la Virgen recibió las saetas que le brindaron frente a la Hermandad del Rocío.  

La jornada continuó con Silencio y Amor. A las nueve y media de la noche, se hizo el silencio en San Francisco. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Silencio y María Santísima del Amor iniciaba su estación de penitencia poniendo el cierre a una jornada de Jueves Santo solapada con la madrugada que protagoniza el Nazareno. La seriedad del cortejo de la Hermandad del Silencio y el orden con el que tradicionalmente desfila esta cofradía marcó un año más su estación de penitencia, que rompió el alboroto de los sanluqueños transformándolo en un silencio sepulcral a su paso. Por la mañana, Nuestro Padre Jesús del Silencio y María Santísima del Amor recibieron la visita en San Francisco del Obispo de la Diócesis, José Mazuelos, quien firmó en el libro de honor de la Hermandad hacia quien mostró su gratitud y animó en su tarea de llevar el amor a los más necesitados. El negro y el esparto que los nazarenos llevan en su cinturón y zapatillas marcan el estilo de la Hermandad del Silencio, que este año estrenó en su salida procesional el asta de la bandera de La Salle y los escudos bordados en los faroles del paso de palio de María Santísima del Amor.

El pregonero de la Semana Santa de este año, Antonio Bejarano Ruiz, fue el encargado de vestir tanto a María Santísima del Amor como a los titulares de la Hermandad de la Esperanza y de la Hermandad del Cautivo, María Santísima de la Esperanza Coronada y la Virgen de la Estrella, respectivamente.

La jornada del Jueves Santo finalizó ya entrada la madrugada. Puntual fue la Hermandad de la Esperanza en llegar a su iglesia poco antes de la una de la madrugada. Al tiempo que la Virgen de la Estrella llegaba a San Roque, el Silencio se recogía también dejando ambas cofradías por la carrera oficial de calle Ancha una estampa de contrastes, ya que la banda de música de la Estrella se solapó con el paso del cortejo del Silencio. Ahora, quedaba la Madrugada y los cofrades aún inundaban las calles.

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