Como cada 1 de noviembre, muchos fueron los ciudadanos que se dieron cita en el cementerio municipal y también en el de San Nicolás, ubicado en la carretera de Trebujena junto al tanatorio, para recordar a sus seres queridos acudiendo a limpiar sus tumbas y a colocar flores, como manda la tradición.
Las ventas de flores a las puertas del cementerio se mantuvieron con respecto a otros años. Margaritas y claveles -de precio más elevado por la escasez - fueron las más solicitadas por los familiares que acudieron a visitar a sus difuntos. "La venta ha sido muy buena a pesar de que muchas personas vienen con flores compradas en otros comercios y las que incluso traen flores de plástico", comentaba Miguel, uno de los vendedores que se instalan cada año junto al cementerio.