Al presidente de la Juventud Sanluqueña, Joaquín Díaz, le duró poco la alegría tras derrotar el equipo que dirige Víctor Moreno al Cañorrera de San Fernando por 0-6. Victoria que sacaba al conjunto rojiblanco del descenso a la Tercera Andaluza. Alegría en el entrenamiento del día siguiente y posteriormente adiós a los mismos en El Picacho debido a la expansión del coronavirus en España y en todo el mundo.
Antes estaba preocupado por no bajar pero eso queda en un segundo plano porque ni te acuerdasLa persona más representativa del club de la Ciudad de la Manzanilla no deja de reconocer que “uno se siente aburrido y sólo sigues las noticias que se están originando. Lo deportivo no existe ahora mismo. Antes te distraías con cualquier partido, ahora no. Creo que esto va a ir para largo”.
Añade que “no me imaginaba esto. No puedes salir a la calle en condiciones normales y para colmo se me ha averiado el mando del televisor, sólo puedo ver Telecinco”.
Resalta que “estoy en contacto con los jugadores y el entrenador, sobre todo porque tenemos un grupo. Los futbolistas hacen todo lo posible para perder el mínimo de forma posible. En mi casa estoy con mi mujer e intentando pasar esto de la mejor manera posible”.
Asegura que “antes estaba preocupado por no bajar pero eso queda en un segundo plano porque ni te acuerdas. Veníamos de derrotar al Cañorrera por 0-6 y estábamos ilusionados con enfrentarnos al Rayo Sanluqueño en el Doro Stadium. Teníamos un calendario más asequible, ante equipos de la zona de abajo. No sé si en el caso de que no se jugara más se dejaría la clasificación actual. Pienso que una opción sería que la competición se anulara y que empezáramos la siguiente pero lógicamente los equipos luchan por ascender no estarían de acuerdo y los que lo hacen por no descender sí".
Hace constar que “psicológicamente estoy aguantando bien porque por la mañana estoy trabajando pero por la tarde me recluyo en mi casa y se hace más difícil. Además, sigues las noticias que se están originando y cada vez te pones más triste”.
Dice que “no veo a los jugadores y al entrenador desde el día después de enfrentarnos al Cañorrera de San Fernando. Antes estuvimos juntos en el encuentro pero dos días nos comunicaron que El Picacho quedaba cerrado”.