El Sevilla salvó la papeleta ante el Copenhague y aseguró su continuidad en las competiciones europeas. El equipo de Jorge Sampaoli venció por 3-0 y cosechó su primera victoria de la temporada en el Ramón Sánchez Pizjuán. El conjunto nervionense no hizo un buen partido y no pudo respirar tranquilo hasta cerca del minuto 90, cuando llegaron los dos últimos goles del conjunto nervionense.

Lo positivo fue el resultado y que el equipo pudo reencontrarse con la afición, lo negativo fue que el octavo equipo de la liga de Noruega puso en apuros al Sevilla durante casi todo el partido. Sampaoli llenó el césped de mediapuntas, pero el conjunto nervionense se atascó en la zona del último pase. Sobre el verde coincidieron Suso, Rakitic, Isco y Papu, pero ninguno fue capaz de aportar algo de imaginación o generar profundidad.

Cualquier equipo que sea un poco ordenado puede poner en problemas a este Sevilla, que no tiene pólvora arriba y le falta solvencia en la zona defensiva.

La primera parte, que fue un auténtico suplicio para el sevillismo, se resolvión con alguna ocasión del Copenhague y escasa proyección ofensiva de los locales. En la segunda saltó al campo En Nesyri y tuvo el acierto que no ha tenido en sus últimas apariciones. Su actuación fue fugaz pero decisiva. El delantero marroquí salió, marcó y se marchó lesionado.

Los goles de la tranquilidad no llegaron hasta el minuto 88, Isco primero y Montiel después cerraron la goleada. El centrocampista malagueño se estrenó como goleador con la camiseta sevillista.

Estos tres puntos suponen un balón de oxígeno para el Sevilla, que seguirá en competiciones europeas esta temporada. Ante el Copenhague se sufrió pero se logró una victoria decisiva en el futuro de la entidad.