La luna de ciervo es uno de esos fenómenos astronómicos que podemos observar en verano, en este caso, cuando la luna llena de julio coincide con el perigeo, el punto en la órbita de la Luna en el que está más cerca de la Tierra, y que tuvo su punto álgido pocos minutos después de la medianoche de este lunes.
De hecho, algunas de las imágenes que nos dejó las captó el fotógrafo Joaquín Corchero, de la agencia Europa Press, anoche, en el paso del día 22 al 23 de julio, saliendo tras la Catedral y la Torre Sevilla, aunque en esta ocasión no se pudo ver más grande y brillante en el horizonte como ha ocurrido en otras ocasiones.
La luna llena de julio es conocida como "luna del ciervo" debido a que en julio los ciervos machos desarrollan nuevas cornamentas. Esta nomenclatura proviene de las tribus nativas norteamericanas, quienes asignaban nombres a las lunas llenas según los cambios naturales y estacionales que observaban.
La luna del ciervo tiene un profundo significado en las tradiciones indígenas de Norteamérica. Además de ser llamada así, también se conoce como Luna del salmón, Luna de frambuesa o Luna de heno, dependiendo de las diferentes culturas y observaciones naturales.
Por ejemplo, en algunas comunidades, se le llama luna de trueno debido a su coincidencia con la temporada de tormentas eléctricas, según el portal etiempo.es
Tras la Luna del Ciervo, este año habrá tiempo para observar cuatro lunas llenas durante el verano, además de la lluvia de meteoros Delta Acuáridas a finales de julio y las Perseidas, que alcanzarán su pico entre el 12 y 13 de agosto.
La Luna de ciervo es la segunda luna llena de este verano, ya que la primera fue en junio, conocida como la Luna de fresa. Después de la Luna del Ciervo, en agosto llegará la Luna de Esturión, y en septiembre, justo antes del equinoccio de otoño, la Luna de Maíz, según ese mismo portal.