La Audiencia de Sevilla ha condenado a seis años de cárcel a un joven que apuñaló varias veces en el pecho a su hermano con intención de matarle, primero en una vivienda y luego en un salón recreativo donde la víctima se refugió huyendo de la agresión.
Una sentencia de la Sección Primera de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, explica que la agresión ocurrió el 3 de abril de 2011 en una vivienda de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), donde el acusado Jerónimo G.G., de 25 años, entabló una discusión con su hermano Juan Manuel G.G. en el transcurso de la cual le propinó varios puñetazos.
La víctima sacó una navaja y se la exhibió al procesado para que no siguiera pegándole, pero éste se la arrebató y le asestó una puñalada en el costado con ánimo de causarle la muerte, según el fallo.
Añade que Juan Manuel logró huir del domicilio, si bien se introdujo en un salón recreativo cercano y allí continuó la persecución hasta que el procesado consiguió alcanzarle y le propinó de nuevo varias puñaladas en el pecho y en la parte delantera del cuerpo.
Mientras el agredido intentaba protegerse con una banqueta, el acusado le decía "te tengo que matar" y continuaba lanzándole puñaladas, según la sentencia.
Finalmente, la víctima logró huir del local y llegar hasta el cuartel de la Guardia Civil, donde los agentes le atendieron al ver que estaba manchado de sangre y poco después localizaron al autor, que también tenía las manos llenas de sangre y aún portaba la navaja ensangrentada.
Como consecuencia de la agresión, Juan Manuel sufrió un pequeño neumotórax y diversas heridas de las que tardó en curar 30 días, tres de ellos ingresado en un hospital, aunque en el juicio renunció a ser indemnizado por su hermano.
La condena aplica al acusado la agravante de parentesco y la atenuante del trastorno límite de la personalidad que presenta, que sin embargo no le impide comprender la ilicitud de su conducta aunque puede mermar ligeramente su capacidad volitiva.
Los jueces le imponen además 11 años de alejamiento de su hermano y de prohibición de comunicar con él, medida que también tenía vigente la víctima, que como consecuencia de las divergencias familiares debía cumplir desde septiembre de 2010 una orden de alejamiento respecto del acusado y su padre.
