Los tres bomberos sevillanos de la ONG Proem-Aid pueden respirar aliviados después de dos años de angustiada espera a una sentencia por presunta tentativa de tráfico de personas en Lesbos de la que hoy quedaron absueltos sin cargos.
Durante las diez largas horas de juicio la fiscal intentó con vehemencia demostrar que Manuel Blanco, Julio Latorre y José Enrique Rodríguez incurrieron en ese delito cuando el 14 de enero de 2016 decidieron ayudar a Mo Abassi y Salam Aldeem, de la ONG danesa Team Humanity, que habían recibido un aviso de varias embarcaciones con refugiados a la deriva.
Finalmente nunca encontraron esas lanchas, que ya habían sido rescatadas por la guardia costera turca, por lo que optaron por volver.
Blanco, Latorre y Rodríguez aseguraron que durante su estancia en Lesbos siempre actuaron cumpliendo las normas y avisando previamente de sus salidas al mar a las autoridades, algo que había puesto en duda la fiscal.
El más veterano de los tres, Blanco, quien a su vez es vicepresidente de Proem-Aid y fue el primero en testificar hoy, explicó que la primera vez que fueron a Lesbos llegaron en comisión de servicios y que, como profesionales y funcionarios, saben que siempre hay que contactar con los guardacostas antes de realizar una salida, y que así lo hicieron.
Al igual que su compañero Latorre, ambos explicaron que solo fueron a Grecia a salvar vidas, y éste último indicó que fue a esa misión utilizando sus vacaciones laborales como bombero en Sevilla, en el sur de España.
La jueza dio la razón a la defensa, que argumentó que los voluntarios no podían haber incurrido en ningún delito porque, al no haber bote con refugiados, no hubo hechos, ni caso jurídico.
"La sentencia demuestra que salvar vidas no es un delito. Ahora lo ha dicho también una jueza y eso tiene muchas más implicaciones", dijo Blanco al salir del tribunal y tras ser recibido con aplausos por la multitud que se había interesado por el caso.
Al igual que sus compañeros, Blanco afirmó sentirse "como cuando a uno le quitan una losa de 2.000 kilos de encima". "Ha sido una explosión de alegría", añadió.
Los tres bomberos acudieron al tribunal vestidos con sus uniformes, dejando así patente que, además de voluntarios, son funcionarios públicos, una condición que destacaron una y otra vez los tres abogados que representaron la causa de los cinco acusados.
También lo hizo la consejera de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, que fue llamada a declarar como testigo.
"He declarado como testigo porque me lo ha pedido el abogado de nuestros bomberos para que la jueza pudiera conocer por qué estábamos aquí y quiénes eran ellos. Qué trabajo realizan en España, en Andalucía, en Sevilla, y cuál es su compromiso con la acción humanitaria", dijo Aguilar al salir del juicio.
Durante la vista oral, la defensa insistió repetidamente en que los acusados, lejos de tener intenciones criminales, se habían volcado en ayudar a personas en situación de emergencia, a miles de kilómetros de sus casas y sus familias y sacrificando para ello sus vacaciones laborales.
En un momento en que Grecia vivía la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial, con más de un millón de personas pasando por las islas del Egeo, "estos funcionarios del Estado español" no dudaron en viajar a Grecia para asistir a los necesitados, dijo el abogado Jaris Petsikos durante la vista.
"Personas como ellos fueron un ejemplo", y ciudadanos que estaban sentados cómodamente en sus sofás abrieron sus casas y ofrecieron ayuda a los refugiados", sostuvo.
Todos los asistentes institucionales, entre los que, además de Aguilar, se encontraban Carmen Céspedes (PP), Verónica Pérez (PSOE), Julio Díaz (Ciudadanos), David Moscoso (Podemos) y la concejala del Ayuntamiento de Sevilla Cristina Morata, se mostraron emocionados cuando finalmente la jueza ha confirmado la inocencia de los acusados.
"Sin lugar a dudas lo que pone de manifiesto la sentencia es que salvar vidas, ayudar, hacer ayuda humanitaria para quienes realmente la necesitan no se puede criminalizar. No se puede señalar con el dedo a quienes la realizan, sino todo lo contrario. Es un acción que tenemos que agradecer y reconocer todo el conjunto de la ciudadanía", declaró Aguilar.