La Fábrica de Artillería de Sevilla, ubicada en el corazón del barrio de San Bernardo y una joya del patrimonio histórico, artístico e industrial de Andalucía, albergará el Centro Magallanes para el emprendimiento de industrias culturales y creativas. Este proyecto, aprobado por el Comité Interreg España-Portugal en octubre de 2018, con un presupuesto de 27,3 millones de euros y financiado a un 75% con fondos europeos Feder, tiene como “fecha máxima de puesta en uso de todo el complejo, enero de 2021”, tal y como recoge el pliego de condiciones para la contratación de una consultoría y asistencia técnica para la redacción del proyecto básico, el estudio de seguridad y salud, la dirección de la obra, la dirección de ejecución y la coordinación de seguridad y salud, aprobado por la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo. que lidera este proyecto.
Hasta aquí, la información administrativa de un proyecto con el que Sevilla rendirá su particular homenaje al V centenario de la circunnavegación de la tierra por Magallanes (efeméride que se celebra este año) y Elcano y que recuperará para la ciudad un espacio singular y único.
El Centro Magallanes para el emprendimiento llenará de nuevos usos algo más de 7.000 metros cuadrados de los más de 21.900 de superficie que tiene el monumental edificio. Estos 7.000 metros cuadrados se repartirán de la siguiente manera. En torno a 2.800, serán para la denominada zona de formación. Habrá otros 1.800 metros cuadrados para lo que será el Foro Magallanes, así como un espacio para museo (abierto al público, pues) de algo más de 476 metros cuadrados. Por último, se reservan 674 metros cuadrados para laboratorios de danza y música y para programas culturales con necesidades específicas, y otros 1.200 para gestión de programas varios.
Recuperación del ala oeste
El espacio supondrá la recuperación del ala oeste de la Fábrica de Artillería. “Desde hace muchos años, el conjunto no ha tenido rumbo. Actualmente, estamos en el proceso de intervenir con una mirada al conjunto como una colección de piezas. Así, se puede actuar en cada pieza por separado y, lo más importante, se puede devolver el conjunto al barrio, abriendo como vía de acceso y circulación peatonal la calle central, conectando la plazuela de la iglesia de San Bernardo con Eduardo Dato”. Esta es la justificación recogida en el pliego aprobado por Urbanismo, en el que se hace especial hincapié en que, al estar financiado por fondos europeos, se hace necesario un estricto cumplimiento de los plazos.
El Centro Magallanes cierra así “un ciclo”, según Urbanismo, ya que devuelve al edificio a su “origen primigenio de industria de la fundición, maestros artilleros y fundidores artísticos, con encargos como los del Cabildo Catedral en 1559 y en 1568 para el remate de la Giralda”.
En las décadas de los 50, 60 y 70, la empresa Santa Bárbara tuvo la Fábrica de Artillería a pleno rendimiento. Fue ya en 1970 cuando el traslado de la compañía a Alcalá de Guadaíra supuso el inicio del declive del edificio, que definitivamente cerró sus puertas en 1991 tras una amplísima y exitosa trayectoria industrial.