La Fiscalía de Sevilla lo acusa de hurtar 201 recetas a cinco médicos de Osuna y Écija para obtener medicamentos a bajo precio y luego venderlos
La Fiscalía de Sevilla ha solicitado cuatro años y medio de cárcel para un ATS al que acusa de hurtar 201 recetas a cinco médicos de Osuna y Écija para obtener medicamentos a bajo precio en 45 farmacias y luego venderlos, con lo que provocó un perjuicio de más de 7.000 euros al Sistema Andaluz de Salud (SAS).
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla tiene previsto juzgar este lunes a I.D.A., para quien el Ministerio Público pide dos años y seis meses de prisión por un delito de estafa en concurso ideal con otro de falsedad, otros dos años por un delito contra la salud pública y una multa de 900 euros por un delito leve de hurto.
Según el escrito de calificación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, el acusado era ayudante técnico sanitario y diplomado universitario en Enfermería (ATS-DUE) y a partir del 9 de julio de 2008 trabajó en varios hospitales de la provincia de Sevilla, entre ellos el Comarcal La Merced de Osuna.
Entre diciembre de 2013 y los primeros meses de 2014, I.D.A. "sustrajo 201 recetas oficiales del SAS" a tres especialistas de medicina interna y uno de cirugía ortopédica y traumatología del hospital ursaonense y a otro doctor del centro de salud Nuestra Señora del Castillo, de Écija.
El presunto hurto se produjo "sin el empleo de fuerza, violencia o intimidación", añade el fiscal, que refiere que el encausado también "se apoderó" de dos sellos médicos pertenecientes a uno de los profesionales del hospital de Osuna y a una matrona del Distrito Sur de Sevilla.
Además, el procesado se apropió de "varias etiquetas adhesivas de pacientes" de los hospitales Virgen Macarena y Virgen de Valme.
El acusado utilizó las recetas para obtener medicamentos que "sirven para aumentar la masa muscular y el rendimiento en determinados deportes" gracias a su "acción hormonal androgénica", por lo que "su consumo sin receta ni control médico puede comprometer la salud pública".
I.D.A. colocó los sellos y tarjetas adhesivas de pacientes que no tenían prescritos esos medicamentos y puso "de su puño y letra" el nombre y firma de los doctores a quienes había sustraído las recetas.
Después, "con ánimo de lucro", las presentó en 45 farmacias de Sevilla y consiguió un beneficio económico, ya que accedió a medicamentos a "un valor inferior al que le hubiera correspondido en condiciones normales".
Según el fiscal, el perjuicio que provocó al SAS fue de 7.184,12 euros.
Además de las penas de cárcel, el Ministerio Público reclama que se le impongan una multa de 4.500 euros por la estafa y la falsedad y otra de idéntica cuantía por el delito contra la salud pública, además de dos años de inhabilitación para ejercer cualquier profesión u oficio.