El pasado miércoles, 11 de diciembre, se cumplían diez años desde el despegue del primer vuelo del avión de transporte militar A400M de Airbus, que tuvo lugar en la mañana de aquel mismo día de 2009 en la factoría sevillana de San Pablo. Desde aquella fecha, por parte de la citada compañía se han entregado 87 aviones de este modelo procedentes de 174 pedidos a seis fuerzas aéreas.
Así lo han indicado a Europa Press, con motivo de esta efeméride, fuentes de Airbus, desde donde han explicado además que, el próximo año, la compañía entregará el primer avión para Bélgica y uno para Luxemburgo.
En concreto, los citados 87 aviones se han entregado a las fuerzas aéreas de Alemania (31), Reino Unido (20), Francia (16), Turquía (9), España (7) y Malasia (4).
Además, los 174 pedidos recibidos proceden de Alemania (53), Francia (50), España (27), Reino Unido (22), Turquía (10), Malasia (4), Bélgica y Luxemburgo (8), según los datos facilitados por Airbus.
Los sitios de Airbus en San Pablo y Tablada, ubicados en el área de Sevilla, sirven como epicentro del negocio de transporte militar de Airbus, con líneas de ensamblaje finales para el avión de cuatro motores A400M propulsado por turbohélice.
El primer vuelo de la aeronave militar se llevó a cabo el 11 de diciembre de 2009 con tres años de retraso con respecto al calendario inicial debido a los problemas con la propulsión del motor TP400 de la aeronave --diseñado de forma conjunta por el grupo galo Snecma, Rolls Royce y la firma alemana MTU-- que retrasaron el desarrollo del programa.
CUALIDADES DEL A400M
Desde Airbus defienden que el A400M es el avión de pasajeros "más avanzado, certificado y en funcionamiento con tecnologías de punta del siglo XXI", de forma que "puede transportar en su gran bahía de carga la mayor parte del equipo crítico de las fuerzas armadas que ya no cabe en los aviones tácticos de la generación anterior, como un helicóptero pesado, un vehículo de combate de infantería o una excavadora humanitaria".
Gracias a sus capacidades estratégicas y tácticas combinadas, el A400M ha demostrado "un mejor alcance, velocidad, altitud, carga útil y rendimiento táctico que los aviones tácticos de la generación anterior", y permite una respuesta "rentable y rápida a las crisis", según Airbus.
El A400M se lanzó en mayo de 2003 para responder a las necesidades combinadas de siete naciones europeas reagrupadas dentro de la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento
(Occar) --Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, España, Turquía y el Reino Unido--, y Malasia se unió en 2005.
El montaje del A400M tiene lugar en España, si bien las alas --en gran parte diseñadas con materiales compuestos-- se fabrican en el Reino Unido, mientras que el fuselaje se construye en Alemania.
El primer avión de producción se entregó a la Fuerza Aérea Francesa en agosto de 2013 y entró en servicio un año después. El A400M ya ha tenido un uso operativo con las fuerzas aéreas francesas y turcas en Afganistán, la República Centroafricana, la región africana del Sahel, Malí y en Oriente Medio para apoyar las operaciones aéreas sobre Irak y Siria.
NUEVO CONTRATO DE SOPORTE GLOBAL
El pasado 1 de julio, Airbus firmó un nuevo contrato de soporte global para el A400M con la Occar, con sede en Bonn (Alemania), organismo que gestiona el programa multinacional en nombre de las naciones clientes de lanzamiento del avión de transporte militar.
Se trata del primer contrato de soporte para todos los estados que participan en el programa del avión A400M, y que sustituye al acuerdo de soporte global 1 que se firmó en 2016 para ofrecer servicios de soporte para Francia, España y Reino Unido.
Este contrato se compone de más de 40 servicios diferentes que van desde el apoyo en tierra a la aeronavegabilidad, y desde el mantenimiento a los servicios materiales. Además, basado en el rendimiento crea un nuevo marco de colaboración cuyos fundamentos son la centralización y el uso compartido.
En esta nueva fase del contrato ofrece un paquete de servicios de soporte a un mayor número de naciones que operan el A400M de aquí a finales de 2023 tras alargar la producción del programa. Tras Francia, Reino Unido y España, que participaron en la primera fase, se han unido ahora también Turquía, Alemania, Bélgica y Luxemburgo.
En un comunicado, Airbus explicó en julio que el contrato incorporará las ventajas de un conjunto totalmente integrado de servicios comunes en los que se utilizarán recursos y activos compartidos. Asimismo, se proporcionará una gama completa de servicios a medida para responder a las necesidades de los clientes del A400M. Estos van desde el apoyo en tierra a la aeronavegabilidad y desde el mantenimiento a la asistencia material.
La centralización y el uso compartido, bajo una gestión de Airbus, permitirán a los clientes del A400M beneficiarse de "un importante ahorro", manteniendo a su vez los estándares más altos de servicio, ha destacado el constructor aeronáutico.
La industria y los operadores tienen la oportunidad de explorar nuevas áreas de colaboración, así como nuevos conceptos y servicios, y su estructura modular permite personalizar las soluciones según las necesidades operativas concretas, señala el constructor.
"Este contrato de servicios nos permite trabajar junto con nuestros clientes en soluciones innovadoras que hasta ahora no se habían ofrecido en un programa militar. Tras el acuerdo alcanzado con los clientes lanzadores para la modificación del contrato de este programa, esta es otra clara señal de que la colaboración mutua nos va a permitir reforzar el futuro del A400M", afirmaba Alberto Gutiérrez, responsable de la división de aviones militares de la compañía, dentro de Airbus Defence and Space.
ACUERDO DE COMPENSACIÓN EN PRODUCTOS Y SERVICIOS POR LOS RETRASOS
El nuevo acuerdo sigue al firmado el pasado 14 de junio entre Airbus y los seis países clientes del A400M --Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo-- que, entre otros aspectos, contempla "una compensación significativa" en productos y servicios a cambio de "los compromisos económicos derivados de los anteriores retrasos en las entregas".
Con su firma se puso fin a la negociación sobre posibles sanciones a Airbus por los retrasos en las entregas pactadas del A400M, ya que el nuevo contrato contempla compensaciones "significativas" en productos y servicios a cambios de esos retrasos. Además, se acordó prolongar el plan de producción del A400M alargándolo hasta 2030.
El programa del A400M se ha enfrentado a numerosos sobrecostes a lo largo de su trayectoria. El pasado año ya anunció un nuevo sobrecoste de 2.200 millones de euros por los problemas en la caja de engranajes del motor del avión.
Mientras, en 2010 los países de la Occar acordaron compartir los sobrecostes del proyecto con una financiación adicional de 3.500 millones de euros a través de créditos a la exportación, que se sumarían a la dotación de 20.000 millones de euros con la que se lanzó el programa. En 2015 y 2014 el déficit acumulado sumó ya 841 millones de euros.
Con el nuevo contrato, Airbus se compromete a aportar todas las capacidades acordadas "en un plazo de tiempo ajustado y ofrecer a las naciones clientes de lanzamiento información detallada para que puedan planificar adecuadamente sus operaciones y sus compromisos".