El director de CaixaForum Sevilla, Moisés Roiz, y el crítico de arte y comisario independiente Phillip Dennis Cate han presentado este miércoles en CaixaForum Sevilla la exposición 'El espíritu de Montmartre en tiempos de Toulouse-Lautrec', una muestra que se puede visitar en este espacio sevillano entre el 13 de febrero y el 31 de mayo y que con más de 300 obras propone una inmersión en el irresistible encanto de la mentalidad vanguardista que practicaron numerosos artistas en torno al 1880 en el barrio de Montmartre, convertido en centro literario y artístico de la capital francesa.
Dentro de su programación, 'la Caixa' presta especial atención al arte de los siglos XIX y XX con el objetivo de promover la divulgación en torno a una época clave para entender la sensibilidad contemporánea. Con 'El espíritu de Montmartre en tiempos de Toulouse-Lautrec', la entidad incide en su voluntad de dar a conocer entre el gran público la efervescencia artística de finales del siglo XIX, clave para entender todo lo que llegaría en décadas posteriores. En este sentido, destaca que cabe recordar la exposición dedicada a Joaquín Sorolla y la de 'Azul, el color del Modernismo'.
La exposición que presenta CaixaForum Sevilla se detiene en un momento único en los últimos ciento cincuenta años de historia de Europa. La eclosión del barrio parisino de Montmartre como centro literario y artístico radical y "moderno" representa la conquista de la libertad frente a las convenciones, el triunfo de la creación y la vocación contra las seguridades de la vida burguesa, la belleza del momento frente a los valores intemporales, pero muertos, de las academias.
'El espíritu de Montmartre en tiempos de Toulouse-Lautrec' es una producción de 'la Caixa' sin precedentes en nuestro país, que reúne una colección extraordinaria de 305 obras entre carteles, dibujos, grabados, pinturas, diarios y distintos objetos de época. La muestra ha sido posible gracias a la colaboración de decenas de museos y coleccionistas internacionales, así como a la labor curatorial del comisario Phillip Dennis Cate, quien, tal y como él mismo explica en el catálogo que acompaña la muestra, inició su investigación sobre el arte de ToulouseLautrec y su círculo a principios de los años setenta del siglo pasado.
El resultado es un estudio a fondo de lo que él denomina el "espíritu de Montmartre", que es un estado de ánimo, una mentalidad vanguardista. La exposición presenta aspectos esenciales del radical arte francés de finales del siglo XIX y desvela logros estéticos de Henri de Toulouse-Lautrec, nombre esencial de la escena, y de sus coetáneos y contextualiza el espíritu de Montmartre en la época de Toulouse-Lautrec, todos ellos "conspiradores anti-establishment", y muestra los intercambios fructíferos entre artistas de mentalidades similares.
Así, en el conjunto de la exposición se pueden encontrar representados a más de veinte artistas. Entre ellos, Toulouse-Lautrec, Édouard Manet, Louis Anquetin, Pierre Bonnard, Georges Bottini, Pablo Picasso, Maxime Dethomas, Hermann-Paul, Henri-Gabriel Ibels, Charles Léandre, Louis Legrand, Charles Maurin, Henri Rivière, Théophile Alexandre Steinlen, Louis Valtat y Adolphe Willette.
La muestra también ahonda en la función tan importante que tuvieron las producciones artísticas efímeras en las trayectorias de esta comunidad de artistas: la estampación, el cartelismo, la ilustración de libros y revistas, el diseño de partituras y otras obras en papel, que eran los medios con los que los artistas llegaban a una mayor audiencia y que les permitían ganarse la vida fuera del restrictivo sistema académico.
MONTMARTRE: RADICAL, ANTI-ESTABLISHMENT Y ANTIBURGUÉS
Situado en las afueras de París en dirección norte, Montmartre era en 1880 un lugar habitado por la miseria y la marginación. Pronto, sin embargo, empezó a atraer a jóvenes artistas de vanguardia, como Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Signac, Pierre Bonnard y Henri-Gabriel Ibels; intérpretes como Aristide Bruant e Yvette Guilbert; escritores como Émile Goudeau, Alphonse Allais y Alfred Jarry, y músicos y compositores como Erik Satie, Vincent Hyspa y Gustave Charpentier.
A finales de 1881, el artista frustrado Rodolphe Salis fundó en Montmartre el cabaré Le Chat Noir. Le Chat Noir y sus parroquianos, especialmente los artistas y escritores afines a Les Arts Incohérents (Las Artes Incoherentes), una especie de protodadaístas o protosurrealistas, fueron quienes más influyeron en hacer del Montmartre de principios del decenio de 1880 un foco de atención de la vida artística y literaria de la vanguardia parisina.
En un período relativamente breve, Montmartre se transformó en el centro literario y artístico de París. A finales de siglo, ya existían más de cuarenta locales de entretenimiento: cabarés, cafés concierto, salas de baile, musichalls, teatros, circos, etcétera. Con el tiempo, este ambiente cultural y lúdico terminó siendo comercializado por sus propios creadores, hasta el punto de que, Dosier de prensa 5 irónicamente, la bohemia se convirtió en una gran atracción turística internacional.
Montmartre era radical, anti-establishment y antiburgués por definición. Lejos de los espacios tradicionales, los artistas, intérpretes, poetas y escritores presentaban sus obras en cabarés, cafés concierto, circos, teatros experimentales, en la calle (carteles y procesiones) y en libros y revistas populares.
La comunidad artística de Montmartre adoptó de forma innovadora ciertas herramientas anti-academicistas, como el humor, los juegos de palabras, la ironía, la sátira, la parodia, la caricatura y los títeres, para criticar la sociedad de su tiempo y la condición humana, en general.
El tema preferido de estos artistas era la vida moderna que los rodeaba en el propio Montmartre: calles, cabarés, salas de baile, intérpretes, artistas, prostitutas, vagabundos. Los miembros de la comunidad artística de Montmartre proclamaban su independencia, su compromiso social y político, y sus preferencias artísticas mediante la manipulación de las técnicas artísticas en pintura, escultura, estampación, música, teatro y, también, cine.
Estructurada en nueve ámbitos, la muestra ahonda en las importantes contribuciones que todos estos artistas hicieron al arte de fin-de-siècle. Se inicia mostrando los paisajes de Montmartre; prosigue con una sección sobre el cabaré Le Chat Noir _centrándose especialmente en el teatro de sombras y el grupo de Las Artes Incoherentes, que preludia el movimiento dadá, la prensa, los carteles y la relación del arte con los procedimientos de reproducción seriada y la comunicación de masas, y acaba con la vida nocturna, los espectáculos, el circo y la imagen de la mujer.
Como es habitual, la exposición se completa con la edición de una publicación a cargo de 'la Caixa' que cuenta con textos del comisario Phillip Dennis Cate, así como de los especialistas Saskia Ooms, Michela Niccolai, Laurent Bihl y Ricard Bru. A partir de la muestra, también se despliega un programa de actividades para todos los públicos que incluye una conferencia a cargo del comisario, así como el ciclo de conferencias Montmartre, paisaje de la bohemia, coordinado por la revista 'Historia y vida'.
Las visitas comentadas para el público general y los cafés tertulia se complementan con la visita en familia Una noche en Montmartre, y el Espacio Familiar y Educativo El pequeño Chat Noir, que invita a experimentar el dibujo del movimiento en una zona de dibujo interactivo.