CCOO de Sevilla ha pedido a las empresas que
negocien las condiciones en las que se está llevando a cabo el
teletrabajo, avisando de que existen
beneficios para empresas y plantillas, pero también
problemas.
El
teletrabajo está siendo una
necesidad durante la pandemia y la
recomendación de su uso se extenderá hasta tres meses después de levantarse el estado de alarma.
Antes de la crisis sanitaria apenas un
7,4% teletrabajaba, hoy, ese porcentaje
se ha elevado al 35%.
“Decimos
sí al
teletrabajo, pero siempre con
derechos y para ello es fundamental
que las empresas negocien con la representación sindical la forma en la que se lleva a cabo”, subraya el secretario de
Acción Sindical de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu.
Aristu avisa: “
El teletrabajo ha llegado para quedarse. La nueva normalidad no significará volver al momento anterior al coronavirus en el que esta forma de organizar el trabajo era prácticamente testimonial. Probablemente su incidencia descenderá tras la Covid-19, pero se normalizará su uso”.
El secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla ve
beneficios en el teletrabajo: “Es evidente que
reduciría los desplazamientos, ahorrando tiempo, dinero y evitando accidentes in itinere”; pero también ve “muchos
problemas para los trabajadores que deben corregirse”.
“La
falta de adecuación de los puestos de trabajo en nuestras
casas genera
problemas musculo-esqueléticos. Además,
dificulta la desconexión, la separación entre el
trabajo y la familia y hace que se lleven a cabo
horas extra no remuneradas al tiempo que potencia sobremanera el
aislamiento social. Asimismo, los personas trabajadoras corren con
gastos de suministros en sus domicilios que no asumen cuando trabajan en su empresa”, apunta Carlos Aristu.
CCOO remarca también los
problemas de desigualdades de género que trae aparejado el teletrabajo: “Corremos el riesgo de que las mujeres sean quienes opten mayoritariamente por teletrabajar para poder llevar a cabo trabajos de cuidados, reduciendo así sus salarios al no poder acceder a pluses,
dificultando sus carreras laborales al estar más aisladas y potenciando el rol de cuidadoras y la doble carga”.
“Con el aumento del teletrabajo se abre un
escenario de riesgos, pero también de oportunidades y aquí el papel de los sindicatos y de
la negociación es fundamental. Tenemos que conseguir
que la normalización del teletrabajo beneficie también a los trabajadores”, concluye Aristu.