El juzgado de lo Social número seis de Sevilla ha estimado finalmente la impugnación del despido acometido por la sociedad Metro de Sevilla sobre un miembro de su plantilla que viajó el pasado 30 de septiembre de 2019 en el suburbano junto a su hijo en horas fuera de servicio usando para ello su tarjeta de trabajador, según han informado a Europa Press fuentes del Sindicato Independiente de Trabajadores del Transporte (SITT), al que está afiliado este empleado y que ha canalizado su representación jurídica.
Según tales fuentes, la citada instancia judicial ha declarado "nulo por lesión de derechos fundamentales" el mencionado despido formalizado por la empresa gestora del metro alegando motivos disciplinarios, si bien la sociedad Metro de Sevilla ha comunicado según el SITT su decisión de recurrir la sentencia del juzgado y acogerse a la opción de pagar el salario al trabajador sin permitir su incorporación al puesto de trabajo, en espera de la resolución de su recurso.
El caso de este trabajador, despedido por presunto "fraude" a la empresa al viajar con su hijo en el metro en horas ajenas a su jornada laboral usando para ello su tarjeta de empleado; junto con el despido de otro empleado por supuesto bajo rendimiento; una suspensión de empleo y sueldo a una trabajadora presente cuando el primero de los afectados incurrió en la práctica descrita y otros expedientes sancionadores más fueron el motivo de las movilizaciones promovidas por la plantilla del metro el otoño de 2019.
La plantilla llegó a impulsar una huelga indefinida, si bien la misma fue finalmente anulada a cuenta de un "defecto de forma" en la convocatoria, extremo supuestamente denunciado por la dirección de la empresa.
De cualquier modo, el presidente del comité de empresa del Metro, Diego Escudero, recordaba al respecto en declaraciones a Europa Press que la situación por la que fue despedido el mencionado trabajador se produjo sólo desde la estación de San Bernardo a la del Prado de San Sebastián, para que el hijo del empleado, menor de edad, viera el espacio de trabajo del mismo.
En el caso del trabajador despedido por presunto bajo rendimiento, la empresa habría reconocido la "improcedencia" de su despido, optando por una indemnización finalmente aceptada por el afectado, siempre según Diego Escudero.
