Las Autoridades europeas de protección de datos han aprobado el primer Dictamen conjunto sobre Internet de las cosas, un documento que identifica y alerta de los riesgos que productos y servicios emergentes pueden plantear para la privacidad de las personas.
El documento, cuya elaboración ha sido liderada por la Agencia Española de Protección de Datos junto con la Autoridad francesa (CNIL), también acoge con "satisfacción" las perspectivas de beneficios económicos y sociales que puede suponer esta tecnología.
Este dictamen ofrece un amplio conjunto de recomendaciones prácticas dirigidas a cada uno de los grupos involucrados en el desarrollo del Internet de las cosas, dirigidas tanto a los desarrolladores como a los usuarios. En concreto, el documento está dirigido a fabricantes de dispositivos, desarrolladores de aplicaciones y gestores de redes sociales.
Asimismo, el dictamen plantea tres escenarios: la conocida como tecnología para llevar puesta ('wearable computing'), los dispositivos capaces de registrar información relacionada con la actividad física de las personas y la domótica.
La tecnología para llevar puesta incluye relojes o gafas a las que se añaden sensores, cámaras o micrófonos que registran y transfieren datos al fabricante del dispositivo, y que pueden permitir la instalación de aplicaciones de terceros.
En cuanto a los objetos que registran la información sobre los hábitos y estilo de vida de sus usuarios, el documento se centra en aquellos que recogen datos relacionados con la actividad física de la persona, en especial, relativos a la salud.
En este apartado, alerta de que en principio, pese a que los dispositivos pertenecientes a esta categoría no recojan datos especialmente protegidos --un podómetro, por ejemplo-- pueden acabar proporcionando a terceros información inferida acerca de la salud del individuo.
Por último, el documento analiza la internet de las cosas aplicada a la domótica, con oficinas y hogares con detectores, termostatos y sensores conectados cuyos patrones de uso pueden revelar detalles de la forma de vida y los hábitos personales y familiares.
PATRONES DE VIDA
El dictamen subraya que, a pesar de que los diferentes objetos que conforman la internet de las cosas recogen piezas aisladas de información, los datos recogidos de diferentes fuentes y analizados de otra forma o en conjunción con otros pueden revelar aspectos específicos de hábitos, comportamientos y preferencias, configurando auténticos patrones de la vida de las personas.
Así, advierte de que, de hecho, si esta vigilancia potencial llegara a producirse, podría "condicionar la forma en la que las personas se comportan en la vida real". En este sentido, las autoridades alertan de que el usuario puede perder el control sobre la difusión de sus datos en función de si la recogida y el tratamiento de los mismos se realiza de manera transparente o no.