La franquicia en un seguro, es un valor determinado, por el cual, en caso de siniestro, el asegurado cubrirá la parte de los daños equivalente a la cantidad acordada de franquicia, el resto del coste será a cargo de la aseguradora, existen fijas y porceptuales, las primeras y más comunes implican un coste fijo, mientras que las porceptuales se calculan en función de un porcentaje del coste total de la reparación. Contratar estos servicios, te permite reducir el precio de la póliza.

El precio del seguro de coche a todo riesgo con franquicia funciona de forma proporcional, cuanto más alta se establezca la franquicia, es decir, cuanta más cantidad decidas asumir del coste de las reparaciones, más baja será la prima.

Las franquicias más comunes suelen oscilar entre los 150 euros y los 1200 euros, en el año 2015 se publica una lista con las mejores ofertas en seguros a todo riesgo con franquicia, en la que los precios rondan los 300€, 350€ para franquicias entre 280€ y 300€, y alrededor de 400€,450€ para las fijadas entre 200€ y 250€

Para elegir un seguro a todo riesgo con franquicia y rentabilizar la inversión al máximo, hay que tener en cuenta múltiples cuestiones.

La indemnización por siniestro varía dependiendo normalmente del valor venal del vehículo, esto equivaldría al importe que se percibe por la venta del mismo, que se establece en función de la antigüedad, estado de conservación y las leyes del mercado.

Si el coche es nuevo, durante el primer año de seguro a todo riesgo, muchas aseguradoras ofrecen en caso de siniestro, el pago de la misma cantidad que suponga adquirir el vehículo nuevo, algunas compañías amplían esta cobertura hasta el segundo año.

Un variable fundamental a la hora de elegir un seguro a todo riesgo es como afecta a su valor el paso de los años, aproximadamente, un vehículo ve reducido su valor partiendo del precio inicial de venta un veinte por ciento cada año, por lo tanto la indemnización por siniestro de un coche antiguo puede llegar a ser muy baja. Factores como el kilometraje y el estado general también pueden influir, las aseguradoras comprueban que no existan daños antes de la contratación del seguro.

Las cláusulas para la reparación de un vehículo suelen establecer la consideración de pérdida total y otorgan la indemnización cuando la reparación supera el setenta por ciento del valor venal. Esto puede suponer la imposibilidad de reparar el daño y una indemnización por debajo de lo deseado.

La experiencia al volante es un gran aliciente para rentabilizar un seguro a todo riesgo con franquicia, las pequeñas reparaciones correrán siempre a cargo del asegurado, en la mayoría de las pólizas quedan exentos de la franquicia los daños en lunas, incendio y robo. No dar partes a lo largo del año mantendrá el precio del seguro y permitirá que no se nos dispare la cuota anual.

Teniendo en cuenta todo esto, ahora toca elegir bien la cantidad o modo de la franquicia para sacar el máximo partido a este servicio muy generalizado en vehículos nuevos o semi-nuevos.