Como cada año por estas fechas, las orugas procesionarias, como es comúnmente conocida esta especie llamada Thaumetopoea Pityocampa, se convierten en una plaga en Torremolinos. Se encuentran principalmente en la zona de los pinos y áreas colindantes. Por ello, el Ayuntamiento de Torremolinos, a través de la Delegación de Parques y Jardines, informó ayer que durante este mes de octubre darán comienzo los tratamientos para el control de estas orugas en suelo público.
Dicho tratamientos se desarrollan en dos fases: la preventiva en los meses de octubre y noviembre, y la curativa que se realizará en los meses en que la oruga comienza a bajar de los pinos.
Asimismo, desde Parques y Jardines se hace un llamamiento a todos aquellos vecinos que sufran de esta plaga de ejemplares en suelo privado, para que actúen de igual manera y se eviten así la expansión.
Las orugas, en su fase de larva, están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas. Además, son un verdadero peligro para los perros, que se sienten atraídos por ellas e intentan comérselas.