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Torremolinos

La historia de George Langworthy, el Inglés de la Peseta

George Langworthy, nacido en Mánchester en 1865, llegó a Torremolinos en 1898 acompañado de su esposa, Ann Margaret

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George Langworthy (a la izquierda).

El Castillo Santa Clara, ubicado en La Roca.

  • Adquirieron el Castillo Santa Clara y lo transformaron en residencia que visitaron personalidades de la talla de Picasso o Dalí
  • En días de Levante, daba una peseta de plata a los pescadores no podían salir a faenar
  • Fue reconocido como Hijo Adoptivo y Predilecto en el año 1918 en agradecimiento por su generosidad con los vecinos

Miles de británicos recorren el paseo marítimo o se bañan en las playas de Torremolinos cada verano. Despreocupados y felices disfrutan de sus vacaciones en la Costa del Sol sin saber que uno de sus paisanos tiene un papel protagonista en la historia de esta localidad malagueña y en el inicio del turismo.

De nombre George Langworthy, y de apodo ‘El Inglés de la Peseta’, nació en Mánchester en 1865 y llegó a Torremolinos a finales del siglo XIX acompañado de su esposa, Ann Margaret. A su llegada a este pueblo de pescadores y casas bajas blancas, quedaron prendados de un castillo situado en la colina que separa el Bajondillo y La Carihuela. Hoy conocido como el Castillo Santa Clara y convertido en apartamentos, este matrimonio inglés adquirió esta parcela de Doña Luisa Darrien y se produjo la transformación de un Cuartel de Carabineros en una residencia con amplios jardines y envidiables vistas al mar, donde encontraron trabajo numerosos vecinos de Torremolinos.

Sin embargo, la felicidad duró poco. En 1913, con 40 años de edad, Ann Margaret falleció, lo que sumió a Langworthy en la desesperación. Como oficial inglés en servicio, tuvo que ir al frente de la Primera Guerra Mundial. Lo que allí vio lo llevó a abrazar la religión cristiana y una vez que regresó a Torremolinos dedicó el resto de su vida a ayudar a los más necesitados. Acogió en su hogar a pobres, enfermos y vecinos con pocos recursos, a los que socorrió y sacó del apuro diario entregándoles una peseta a cambio de la lectura de algún pasaje de la Biblia.

Esta es la primera explicación de su apodo. Sin embargo, también cuentan los vecinos que en los días de Levante, el inglés daba una peseta de plata a los pescadores que no podían salir a faenar, lo que suponía que no perdían su sustento.

Por todo ello, George Langworthy fue un vecino muy querido por los torremolinenses. Cuentan las leyendas que su generosidad derivó en la pérdida de unos doce millones de pesetas en poco más de quince años. Ante esta situación, en 1930 aceptó alquilar su hogar, su castillo, para transformarlo en un hotel-residencia, conocido como el Hotel del Inglés. Debido a su privilegiada situación y grandes jardines, fue un éxito asegurado. Allí se hospedaron personajes de la talla de Picasso, Luis Cernuda, Emilio Prados o Manuel Altolaguirre, entre otros. Quizás, la visita más sonada fue la de Salvador Dalí y Gala Éluard. Durante su estancia, la esposa y musa del artista catalán protagonizó el primer topless de la Costa del Sol para sorpresa de los presentes que no estaban acostumbrados a tal alarde de libertad.

De esta manera, George Langworthy se convirtió en uno de los pioneros del turismo en la Costa del Sol y Torremolinos. Pasos que siguió Carlota Alessandri cuando restauró su cortijo y lo abrió al público como Parador Montemar.

En agradecimiento a su generosidad, el 15 de mayo de 1918 fue reconocido como el primer Hijo Adoptivo y Predilecto de Torremolinos. Finalmente el 25 de abril de 1946 falleció rodeado de sus empleados. Fueron los lugareños quienes quisieron acompañar al féretro hasta el Cementerio Inglés de Málaga, donde descansa junto a su mujer.

Cuando pasen por la calle Castillo del Inglés, donde actualmente están los apartamentos Castillo Santa Clara, no olviden saludar al Inglés de la Peseta. Quién sabe si tiene alguna moneda de plata para usted.

 

 

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