Todo empezó en un bar. Del
Stonewall Inn de Nueva York, donde comenzó e
l Orgullo Gay en 1969, al
Pasaje Begoña de Torremolinos, sinónimo de luz y de color, que se tiñó de gris tras la
redada del 24 de junio de 1971 tras la que
300 personas fueron detenidas y sus bares clausurados de por vida.
Por
casualidad, la
Asociación Pasaje Begoña, que busca
recuperar la esencia de este enclave y homenajear a esas
personas que fueron detenidas y humilladas por su orientación sexual, se encontró con
José María Valcuende del Río y Rafael Cáceres Feria,
antropólogos y profesores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, quienes iniciaron hacen ya dos años una investigación para conocer más sobre el Pasaje Begoña.
El pasado viernes, la sede de la Once de Málaga fue el escenario elegido para dar a conocer este resultado. “La
razón hay que buscarla
en la propia dictadura. El
Franquismo, a partir de los años 50,
apostó por el turismo como una actividad que generaba riqueza y lavaba la cara del Régimen, ya que proyectaba la
idea de una España moderna y tolerante. Es aquí donde
encaja Torremolinos y el Pasaje Begoña y donde el Régimen
practicó una libertad vigilada”, detalló Cáceres.
Sin embargo, el final de este escenario de luz y de color llegó en la noche de San Juan del 71. “Se habla de diversas teorías, como la de que era el Gobernador Civil quien dio la orden, pero lo que está claro es que
una operación de tal envergadura no se hizo sin el beneplácito de las autoridades centrales. La redada se produjo porque
comenzaba a cambiar el perfil del turista y Torremolinos se convirtió en un espacio de turismo de masas. El Estado decidió que este ambiente no casaba con el turismo familiar, aunque siempre Torremolinos mantuvo el sello de libertad”, concluyó Cáceres; mientras que Valcuende añadió que
“es hora de acabar con los silencios y de entender la historia”.
Por su parte, el alcalde de Torremolinos,
José Ortiz, pidió perdón como representante de la administración por la redada. “Hay que pedir perdón en representación de la sociedad por la intolerancia que arrebató derechos, por las personas a las que el Estado humilló y maltrató”, agregó.
El futuro del Pasaje Begoña
La asociación busca
poner placas en el suelo en homenaje a los visitantes ilustres que tuvo en las década de los años 60, placas
informativas en las fachadas, un
quiosco de información a la entrada. Asimismo
, volverá a su nombre original, medida aprobada ya por la Comisión de Callejero y
colaborarán con la Oficina de Turismo y con el Pride de Torremolinos. Según el
presidente de la asociación, Jorge Pérez, la
práctica totalidad de los locales ya tienen proyecto de negocio, cabe recordar que ya hay tres negocios en funcionamiento: una inmobiliaria, una agencia de viajes y una tienda de decoración y moda masculina.
El próximo
1 de junio la Once le dedicará el cupón para reivindicar el valor histórico del pasaje como cuna de los derechos y libertades LGTBI en España y ayudar a su recuperación. El coordinador general del Orgullo Gay de Madrid, Juan Carlos Alonso, clausuró el evento entregando l
os reconocimientos a las personas e instituciones que hicieron del Pasaje Begoña un lugar único en el mundo. Asimismo, l
a Asociación Pasaje Begoña se hermanará el próximo 26 de junio con el Stonewall Inn de Nueva York.