Si Vd vive cerca del Puerto de Algeciras quizás les suenen algunos de los datos que este texto contiene. Piense que a otras personas que residen algo más lejos les pueda sorprender las cifras que en torno a este enorme y estratégico puerto se publicitan. Este importantísimo puerto es el que desarrolla el mayor volumen de actividad en España y el cuarto de los puertos europeos, superado sólo por los tradicionales gigantes portuarios de Roterdam, Amberes y Hamburgo. En este año 2022 se moverán en él más de 100 mil toneladas de mercancías. Y para tener una referencia, durante 2022 la magnitud de entradas y salidas de transportes ha sido de 400 mil camiones en la línea Tanger-Med y Algeciras. A futuro, y dado el incremento considerable del tránsito (ro-ro) de mercancías en camiones que se prevé supere los 600 mil camiones en sólo dos años (2025), la respuesta se denomina Plan Hércules.
En diez años el Puerto Bahía de Algeciras ha duplicado la actividad y esto debería haberse acompañado del aumento de los recursos que las administraciones públicas deben dedicar a la gestión de tan intensísimo tránsito de mercancías. ¿Esto ha sucedido? Para responder hay que distinguir entre los servicios que dependen directamente de diversos ministerios del Estado y la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), administración principal responsable del funcionamiento de todo complicado entramado logístico y la planificación a futuro de la extensa área portuaria, que engloba prácticamente toda la Bahía de Algeciras. Cientos de empresas están directamente relacionadas con ella y el interés general, no sólo de las comunidades de este Territorio, sino de España y en lo que le toca a la Unión Europea, requieren de una operatividad impecable reconocida en el informe “Container Port Performance Index del Banco Mundial y la consultora S&P Global”, que sitúan al Puerto Bahía de Algeciras “encabezando la eficiencia en Europa”. Optimizar los recursos disponibles le permite a este puerto conectarse con 75 países, y en tiempos óptimos enviar y recibir mercancías de los primeros mercados mundiales: Estados Unidos, China, Japón, Europa, México o Australia. Evidentemente su posición geoestratégica convierte al área portuaria en una doble bisagra que permite los tránsitos Oriente-América y Europa-África.
Parece que por la APBA nada hay que añadir. Por otro lado, están los Ministerios que deben prestar servicio a este gigante portuario y que no siempre están a la altura, ni evolucionan a la par de las urgentes necesidades que tanta logística requiere. Recientemente se ha producido un bloqueo de los tránsitos como consecuencia de un mal funcionamiento de los procesos que se siguen en el Punto de Inspección Fronterizo (PIF). Sus instalaciones construidas en 1996, han ido remodelándose, en función de los incrementos del tráfico de mercancías con requerimiento de inspección, hasta que en 2006 -¡ya han pasado años!- se puso en marcha el Plan de Medidas para la Mejora de los Servicios de Sanidad Exterior, aprobado por el Consejo de ministros, que supuso un aumento de la plantilla de los Servicios de Inspección en Frontera. ¿Están totalmente cubiertas? ¿Se requiere una actualización urgente de las mismas? Sólo repasar las estadísticas de los incrementos experimentados del tránsito de productos en estos 16 años y compararlas con los recursos personales, materiales y sobre todo protocolarios de la actividad del PIF, permiten afirmar que ya se anunciaba desde hace años el colapso. El Gobierno de España debería actuar urgentemente para entre todos los ministerios afectados dotar de autonomía de gestión en todos los asuntos a la APBA que coordinaría absolutamente todos los aspectos relacionados con los tránsitos de buques, mercancías y vehículos dentro de su área de gestión. Con ello los ingentes recursos económicos de tasas recaudadas permitirían una autogestión de todos los servicios. En otros grandes puertos europeos, algunos ya antes mencionados, determinadas inspecciones se producen fuera de los recintos portuarios y ello sin duda agiliza los tránsitos. Control y seguridad deben ir siempre de la mano de la operatividad y la logística.
Hay más asuntos en los que el Estado español debe mejorar sustancialmente su actividad para con el Puerto Bahía de Algeciras. El principal a resolver en este 2023 (que tampoco se hará) será la electrificación de los escasos 180 km de vía férrea que permitirían reducir drásticamente el rodaje contaminante de los 400 mil camiones por las carreteras españolas y europeas, además de activar la denominada “Autopista Ferroviaria Algeciras-Zaragoza”. Dos grandes objetivos a alcanzar cuanto antes: Control y seguridad compatible con fluidez de tráficos y descarbonización total de los mismos. Sólo se requiere voluntad política y algo de inteligencia, porque la riqueza que genera la actividad del Puerto Bahía de Algeciras produce más de lo necesario.
Fdo. Rafael Fenoy Rico