La Guardia Civil ha detenido en Guardamar del Segura (Alicante) a dos personas acusadas de una estafa de 57.000 euros empleando una modalidad de ciberdelito conocida como 'romance scam', el timo del amor, y de la que fue víctima una mujer que se enamoró por una aplicación de contactos de un hombre que se hizo pasar por miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los arrestados son un varón de 39 años, presunto autor material, y su pareja sentimental, una mujer de la misma edad, que era conocedora de los hechos y que se lucraba de los beneficios obtenidos con esta actividad ilícita, según un comunicado del instituto armado.
Los agentes del Equipo@ de la Guardia Civil de Alicante iniciaron la investigación 'Románticos' tras recibir la denuncia de una mujer que creía que podía estar siendo víctima de una estafa.
La denunciante relató que hacía algo más de un año que había conocido a un hombre a través de una conocida aplicación de contactos y que, tras unos días manteniendo comunicación mediante la app, se intercambiaron los teléfonos para chatear de una forma más directa.
Pasado algún tiempo, y convencida la víctima de que mantenían una relación sentimental real con ese hombre, le propuso conocerse en persona, pero este siempre ponía cualquier tipo de excusas en el último momento para evitar el encuentro.
Para ganarse la confianza de ella, el estafador le contó que pertenecía a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que procedía de una familia adinerada, que poseían una promotora y constructora en Elche, y que estaba invirtiendo en una vivienda de lujo en una zona residencial de esa localidad alicantina para trasladarse a vivir cerca de ella.
También le contó una historia familiar inventada: tenía un hijo adolescente con problemas, se hacía cargo de su madre enferma (llegando a mentir sobre la muerte de esta) y estaba intentando levantar el negocio familiar, que uno de los socios había llevado a la ruina.
El estafador llegó a encontrarse con ella, fingiendo ser un familiar de él. Durante este encuentro, en el que se hizo pasar por otra persona del entorno de su relación, le contó a la víctima todos los problemas que tenía con su hijo, su madre y el negocio familiar, lo que aportaba credibilidad a todas las fantasías que le contaba durante sus conversaciones a distancia.
En un momento dado, haciéndose pasar por su hijo adolescente, el autor contactó con ella por mensajería móvil y le pidió ayuda económica para su padre. La víctima, convencida de que eran pareja, de que en un futuro cercano iban a formar una familia y de que realmente él necesitaba esta ayuda, empezó a prestarle dinero.
En ocasiones, él fingía que iba a vender alguna propiedad y que podría devolverle la deuda acumulada, pero siempre aparecía un nuevo problema, con el que no solo no podía darle lo que le debía, sino que le surgía una nueva necesidad económica.
Los agentes, tras un exhaustivo estudio de todas las pruebas recabadas, comprobaron que la relación ficticia tuvo una duración de catorce meses, intercambiando una media de 350 mensajes diarios, y que la víctima había realizado transferencias, en un periodo de ocho meses, en beneficio de su supuesta pareja de un total estafado de 57.000 euros.
