El Patio San Eloy, uno de los 16 establecimientos considerados emblemáticos por el Ayuntamiento de Sevilla y la Cámara de Comercio, ha presentado en su tradicional establecimiento de la calle San Eloy el cartel de su 50 aniversario. La obra, que quiere homenajear a toda la ciudad de Sevilla, recrea una reunión compuesta por nueve sevillanos y sevillanas de distintas épocas en el icónico patio, personajes que van desde la duquesa de Alba, El Pal, Silvio o Howard Jackson, hasta Rita Hayworth, hija de un bailarín sevillano.
Al acto han acudido representantes de la familia Gómez Pando, propietarios de Grupo San Eloy, el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, familiares de Francisco de Asís Palacios Ortega, El Pali, Howard Jackson y Cayetano de Alba. También Antonio Luque, de la Asociación Sevillana de Hosteleros y José
Hernández, propietario de la confitería La Campana, sobre cuya fachada se ha colocado la obra del artista Pablo Álvarez, conocido en redes sociales como @Su_Penkissima. Él es el responsable de célebres obras que mezclan iconos de la cultura contemporánea como The Beatles o personajes de películas con rincones de la ciudad de Sevilla. Para el artista, sevillano con residencia en Londres: “Ha sido un proyecto muy emocionante. Imaginarme a esos sevillanos y sevillanas, de distintas épocas, charlando con una cervecita es una pasada. Creo que cualquiera de nosotros hubiera estado encantado de tomar algo con este grupo tan diverso”.
César Arenas Gómez Pando, CEO del Grupo San Eloy, cree que “En medio siglo de El Patio San Eloy han pasado muchas historias en nuestro local. Casi cualquier ciudadano tiene alguna anécdota con nosotros, por eso queríamos celebrar nuestro cincuenta aniversario de vida homenajeando a nuestra ciudad. Conocíamos el trabajo de Pablo Álvarez por redes sociales y cuando nos enseñó su idea para el aniversario, rápidamente nos encantó, tanto a nosotros, como a los familiares de los personajes que aparecen”.
Los personajes que aparecen en el cartel son:
Cayetana de Alba Fitz-James Stuart: la duquesa de Alba es una figura imprescindible si se quiere contar la historia reciente de la ciudad de Sevilla. Desde su boda, con Luis Martínez de Irujo, en la Catedral de Sevilla. Ese día, los duques quisieron compartir su celebración con el pueblo de Sevilla. Convidado a comer a los sevillanos más necesitados, enviando regalos a las parejas que también se casaban ese día y saludando a aquellos que se congregaron para verles. Desde entonces, doña Cayetana ha sido la mejor embajadora del espíritu de una ciudad llena de tradiciones, en la que lo moderno y lo cultural, lo tradicional y lo irreverente, se abrazan en armonía. Una ciudad se contrastes, que la amó tanto como ella a nosotros.
Francisco de Asís Palacios Ortega, El Pali: conocido por el sobrenombre de -El Trovador de Sevilla-, fue uno de los más populares cantaores y autores de sevillanas de la segunda mitad del siglo XX. Grabó más de 20 discos y escribió más de 200 canciones. Fue uno de los primeros solistas del género de las sevillanas que hasta entonces habían estado dominada por grupos. Un personaje que aparece por aclamación popular, puesto que en los inicios del proceso creativo la pregunta recurrente de todas las personas a las que pedíamos opinión sobre quién debía estar nos preguntaba inmediatamente si El Pali estaría.
Silvio Fernández Melgarejo: Representa a la Sevilla eternamente joven, la que mira desafiante porque se sabe capital del mundo. Silvio nació de manera casual en el cuartel de la Guardia Civil de La Roda de Andalucía, unas horas antes de que estallara la segunda bomba atómica sobre Nagasaki, en la provincia de Sevilla. Se trasladó a los pocos días a la capital. Su padre era un redactor jefe del diario ABC de Sevilla, Antonio de los Santos, que firmaba con el pseudonimo de Silvio. Su madre, Eva Fernández, era de origen gitano y del municipio de Coria del Río. Fue un personaje extremadamente popular, objeto de muchos mitos urbanos multitud de anécdotas disparatadas y citas como "Paso directamente del estado de coma, al estado de beba", mientras que en el resto de España era un músico de culto que contaba con una enorme admiración por parte de artistas principalmente provenientes del mundo del rock como Miguel Ríos, Luz Casal, Enrique Bunbury -quien ha grabado e interpretado en directo una versión de Rezaré, quizás la canción más conocida de Silvio-, Santiago Auserón, Raimundo Amador o Joaquín Sabina, entre otros, así como del periodismo musical español como Diego
Manrique, Carlos Tena, Paco Pérez-Brian o Ángel Casas.
Rita Hayworth: Nacida como Margarita Carmen Cansino, hija del bailarín sevillano Eduardo Cansino Reina. Rita representa el glamour y la aristocracia intelectual y cultural sevillana. La Sevilla de Ava Gardner vestida de gitana. Le da al conjunto ese toque cronológicamente imposible que hace de la obra algo irrepetible, onírico, mágico. Es la belleza y la elegancia más absolutas congeladas en el tiempo cobre las escaleras de Patio San Eloy. Un contrapunto imprescindible, femenino y sofisticado que da sentido a todo lo demás.
Howard Jackson: un superviviente nato, que huyó de la guerra en su país de origen, que recaló en Jamaica para terminar dedicando sus días a sacar una sonrisa a miles de sevillanos. Muchos son los que cuentan el cariño que les ha brindado, y sus abrazos. Un hombre de un optimismo imperturbable, que pagó sus estudios de derecho vendiendo kleenex en un semáforo de Plaza de Armas. Un sevillano de adopción que representa los valores de optimismo y superación tan intrincados en la ciudad de Sevilla.
Pero el cuadro contiene mucho más talento y vida: Curro Romero, enmarcado en un cuadro, representa a la Sevilla Taurina. Velázquez, en un cuadro imposible, pintando El Patio San Eloy. Miqui Roque y Antonio Puerta disputan un balón celestial, y Bécquer nos mira desde el retrato de su hermano Valeriano. Y ahí, en las escaleras de El Patio San Eloy, están los recuerdos, las primeras veces, los besos, las rupturas, los momentos íntimos, públicos, recordados y olvidados, de los sevillanos que hemos pasado por ahí los últimos 50 años.
