El sector turístico confía en que la celebración de la Procesión Magna, el próximo 17 de septiembre, y la Sail GP, el fin de semana siguente, alarguen las buenas cifras de ocupación que se prevén para agosto, el mes estrella del verano gaditano.
El presidente de la patronal Horeca, Antonio de María, celebra que ambos acontecimientos, especialmente el cofrade, son “una oportunidad” para la ciudad, siempre que se mantenga el buen tiempo. “Si lloviera en la primera quincena, todas las expectativas se pueden caer porque la gente no viaja en esas condiciones”, al tiempo que remarca que el fuerte viento de levante de principios de julio rebajó las cifras en la primera quincena.
Con todo, Luis López, delegado en Cádiz de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), hace un balance positivo del mes que está a punto de terminar, con hasta un 80% de ocupación a partir del concierto de Alejandro Sanz, que marcó un punto de inflexión.
Para agosto, ya se ha alcanzado ese porcentaje, aunque no descarta que se eleve a un 90% dado que se está recuperando el turista extranjero y persiste aún la tendencia de reservar a última hora por la incertidumbre provocada por el alza de los precios y la cancelación de vuelos.
De María también habla de lleno técnico en los hoteles, con guarismos propios de los veranos de antes que irrumpiera el corornavirus.
Pero la crisis, en cualquier caso, no está superada. La inflación afecta especialmente a bares y restaurantes. Según el presidente de Horeca, la factura se ha reducido en torno a un 20% debido al encarecimiento del coste de la vida.