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El 11 de febrero, ruta de senderismo Cazorla-Las Ermitas

El Patronato Municipal de Deportes oferta 30 plazas

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  • Las Ermitas. -

El Patronato Municipal de Deportes, a través del Grupo de Actividades en la Naturaleza, organiza la ruta de senderismo Cazorla-Las Ermitas, que se celebrará el 11 de febrero.

La inscripción puede realizarse desde ya en la web del Patronato Municipal de Deportes (www.patronatodeportes.es( en el apartado Deporte en la Naturaleza.

El precio es de 12 euros (desplazamiento en autobús incluido) y las plazas ofertadas ascienden a 30.

La ruta Cazorla-Las Ermitas es de dificultad media-alta y tiene un recorrido circular de 16 kilómetros. El tiempo previsto para su realización es de 6 horas y el ascenso total es de 823 metros. El autobús que desplazará a los participantes hasta Cazorla saldrá a las 7 y media de la mañana desde el aparcamiento ubicado frente a las instalaciones deportivas municipales de La Salobreja.

La vuelta está prevista para las 5 de la tarde, con llegada estimada a Jaén sobre las 18:30 horas.

Descripción de la ruta

Una vez en la localidad serrana de Cazorla, el grupo buscará el enclave conocido como  la “Plaza Vieja” o de “Santa Maria”, cota más baja y lugar de inicio de la ruta (793 metros). Una vez allí, tomará dirección a la fuente de las “Cadenas” y tras ella, a la calle “Camino de San Isicio”, para subir posteriormente hasta el  “Castillo de la Yedra” , pasando por algunas fuentes y siguiendo una vía verde, tomará un tramo hormigonado que sale a la izquierda y con pendiente.

Llegará a la Ermita de “San Isicio” con unas vistas muy buenas de todo el pueblo, bajo la dominante “Peña de los Halcones” para volver a la fuente y continuar subiendo por el camino haciendo zigzag, poco a poco, introduciéndose cada vez más en la sierra. Una vez en el collado que forma el monte “Bola”, hacia atrás se divisa el castillo de las “5 Esquinas” o “Salvatierra”, donde, una vez recuperado el grupo, continuará por la pista que, de manera más suave, lo acercará a los llanos donde se ubica el “Monasterio de Monte Sión”.

Luego seguirá hacia la vaguada que hace el arroyo de Sión y un antiguo camino de herradura irá apareciendo cada vez con mayor claridad, dejando sendos cruces que salen a la derecha y panorámicas hacia las zonas de Quesada con Sierra Nevada al fondo. Posteriormente, verá los tajos del barranco de la “Zorra” que luego forman los del Chorro, dejando un cruce a la izquierda y subiendo a la pista forestal que viene de la “Iruela” (620 metros de desnivel a completar en 40minutos).

Para ir desde este punto hasta el Chorro se requieren unos 15 minutos y una vez pasado junto al arroyo de las “Covatillas”, ya se dejan ver los muretes del mirador del Chorro (2 horas y media desde el inicio de la ruta). Con suerte y dependiendo de la hora, los participantes tendrán la oportunidad de observar a los buitres que sobrevuelan los tajos.

En este lugar será la parada oficial para almorzar, guardando silencio para no molestar a las aves. Tras unos minutos, el grupo se acercará a la casa forestal que vigilaba este enclave y su vivero. La rodeará por su izquierda, para coger una traza poco visible de nuevo a la izquierda, que tras unos 25 minutos en el último ascenso, hará que se tope con el camino que baja del “Gilillo”.

Ya en bajada llegará a un importante cruce de senderos, cogerá el cruce a la derecha en este collado de original nombre “Cagahierros”, que lo llevará al control de” Riogazas”. Posteriormente bajará dirección a la antigua casa forestal, hoy casa rural, para llegar a los miradores  y área recreativa del mismo nombre y el puentecillo sobre el rio Cazorla que más abajo provoca la cascada de la “Magdalena”. Acto seguido continuará por la pista que va sobre un viejo camino de herradura para llegar a la fuente de “Nace el rio”. Desde allí, desvío a la izquierda buscando el barranco del arroyo de la “Escaleruela”, desde donde ya se puede contemplar el promontorio sobre el que se ubica la ermita de “San Sebastián”. Tras rodearla se enlazarán unos caminos rurales con otros, se pasará por un viejo molino convertido en vivienda para ir perdiendo altura, desviarse a la izquierda por un estrecho sendero, pasar por un precioso puentecillo de toba construido sobre el “Rio Cerezuelo” y, al poco, llegar de nuevo a la plaza Vieja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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