Difícilmente se puede entender que aparezcan pintadas sobre los monumentos de Arcos para reivindicar precisamente más cuidado con el entorno histórico. Después de las consabidas desavenencias de un sector de la vecindad del casco antiguo con el Ayuntamiento por las controvertidas obras del proyecto ‘Ciudad amable’, lugares tan emblemáticos como la fachada del convento de las hermanas mercedarias lucen la palabra “fascista” o la calle Escribanos la palabra “Traidor” en sus blancos muros encalados. Lo peor de todo es que costará mucho esfuerzo, y dinero, eliminar algunas pintadas porque se han practicado literalmente sobre piedra. Ahora el Ayuntamiento se tendrá que afanar usando productos químicos para borrar estas pintadas que dicen mucho, o nada, de quienes las practican respecto a su amor por la historia y el patrimonio monumental.
Desde el Ayuntamiento se ha pedido a través de las redes sociales que se denuncien estos hechos si algún vecino o vecina se ha percatado de los mismos, como también están siendo numerosos los comentarios en redes contra quienes han realizado esta auténtica aberración.