El director teatral Alfonso Zurro ha rescatado de nuevo la "odisea" que supuso la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, para él "poco reconocida" en España, y la lleva a las tablas en una producción de la compañía Teatro Clásico de Sevilla que reivindica esta hazaña marítima.
“La odisea de Magallanes-Elcano” regresa al Teatro Lope de Vega de Sevilla, donde se representará desde este viernes hasta el próximo domingo, dos años después de su éxito sobre este escenario.
Alfonso Zurro ha explicado en una entrevista con EFE que este reestreno se produce en unas circunstancias distintas a las de hace dos años, cuando la pandemia motivó varias restricciones de acceso público y el uso de mascarillas, lo que provocaba “una situación delicada".
“Después del tiempo que ha pasado y en vistas de que la obra ha funcionado muy bien es una alegría volver aquí con todo el aforo completo”, ha señalado.
Para la creación de esta obra, el director salmantino ha tenido que coordinar los textos de ocho dramaturgos, lo que le ha supuesto un esfuerzo añadido, ya que pretendía que el espectador “viera la obra como una unidad”, lo que “lleva más tiempo, aunque la satisfacción también es mayor".
Además, la obra cuenta con una clara evocación histórica, por lo que ha sido necesario “un proceso de investigación”, en el que se tomaron en cuenta “obras referenciales” como el diario de a bordo de Pigafetta, las novelas de Stefan Zweig o distintas biografías de Magallanes.
“En un primer momento intentamos buscar si existía una obra referida a este hecho en la historia del teatro español y no había absolutamente nada”, ha admitido Zurro, que ha lamentado que hay “muy poca literatura sobre esta gesta” en España.
UNA HAZAÑA MÁS RECONOCIDA EN EL EXTRANJERO
Aunque a raíz del quinto aniversario de la primera vuelta al mundo se le ha dado “un poco más de reconocimiento” en nuestro país, Zurro ha señalado que en España este acontecimiento no está valorado como merece.
“Le dieron más importancia los ingleses, que pusieron el nombre al estrecho de Magallanes”, ha destacado sobre la gesta protagonizada por el navegante portugués y por Juan Sebastián Elcano, dos figuras “muy opuestas entre sí” y que jugaron roles destacados, aunque diferentes.
Un desinterés por el teataro de carácter “histórico”, según Zurro, para quien las convulsiones políticas de finales del siglo XIX y la Guerra Civil contribuyó a agudizar, precisamente cuando “el interés dramático comenzó a cambiar”.
Este es el motivo, añade, por el que las artes escénicas “han tenido un desarrollo muy bajo en la vida cultural de este país” y que conduce a los profesionales del sector a vivir su trabajo como “una aventura”.
UN SECTOR AÚN ALEJADO DE LA RECUPERACIÓN
Para Zurro, la situación económica del teatro está aún distante de la que tenía antes de la pandemia y lo achaca, entre otras cosas a una cuestión sociológica: "Después del encerramiento en el que hemos estado metidos, la gente creo que necesita estar más en la calle antes que ver cosas cerradas”.
Sobre la relación entre el teatro y el público joven, ha destacado que se están haciendo experiencias para atraer a la juventud, aunque considera que los espectáculos "si están bien hechos y son atractivos, enganchan a unos y a otros”.
“Cuando un chaval joven ve un Hamlet y se encuentra en esa historia tan hermosa, complicada y tan llena de amores y de ambiciones, se siente arrastrado. En cambio, puedes ponerle una obra que trate de sus problemas y diga: si me está contando lo que sé”, ha apuntado.
En su opinión, lo importante para atraer al público joven al teatro es “hacerlo en los colegios, como una actividad o un juego más”, y revitalizar las compañías de teatro aficionado, a través del fomento de “talleres de barrio” y de “darles su sitio y animarlos” a que desarrollen esta pasión. E