Durísimos momentos para Albert Rivera. Su padre, Agustín, fallecía este domingo en Málaga -donde residía con su mujer, María Jesús Díaz- a los 71 años de edad por un problema cardíaco. Una muerte inesperada, puesto que no padecía ninguna patología previa, que ha dejado completamente desolado al expolítico, que mantenía una estrecha relación con su progenitor.
Sin tiempo que perder para estar al lado de su madre en este doloroso trance, y dar su último adiós a uno de los grandes pilares de su vida, el ex líder de 'Ciudadanos' viajaba desde Londres -donde se encontraba pasando unos días- a Málaga, y sin disimular su abatimiento atendía a los medios de comunicación a las puertas del tanatorio de La Axarquia confesando que se trataba de un "día muy difícil". "Estamos rotos" reconocía.
A su lado Malú, que demostrando la maravillosa relación que mantienen a pesar de su separación, se desplazaba hasta la localidad andaluza para arropar a Albert en estos momentos.
Más entero ha reaparecido este lunes el expolítico en el tanatorio para despedir a su padre, que tras ser velado durante toda la mañana, ha sido incinerado a mediodía. Acompañado por familiares y amigos como Inés Arrimadas, Rivera ha agradecido el cariño que los medios de comunicación le han mostrado tras esta pérdida irreparable y, más sincero que nunca, ha develado que "no puede ser un momento más difícil... gracias, de verdad".
Tras la incineración, Albert y su madre abandonaban cogidos de la mano el tanatorio, sin fuerza para hacer declaraciones tras dar su último adiós a su padre y marido, respectivamente, cuyos restos enterrarán en la más estricta intimidad. Un doloroso trance en el que el expolítico no ha contado con el apoyo público de su nueva ilusión, la diseñadora Carla Cotterli, que ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano y no desplazarse a Málaga para estar al lado de Rivera en este momento.