En total son 700 las personas que se han visto afectadas y que, según el ministro, serán expulsadas a sus
países de origen “de aquí a finales de mes”.
El desmantelamiento de los campamentos ilegales de gitanos y poblaciones nómadas fue anunciado el pasado 28 de julio por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien entonces dio órdenes a su Gobierno para la evacuación de la mitad de las 300 instalaciones de ese tipo que existen en Francia en un plazo de tres meses.
Las iniciativas del Gobierno galo contra los asentamientos gitanos se producen tras los recientes acontecimientos violentos registrados en Saint Aignan (centro del país) después de que la policía matara a un joven romaní durante una persecución.
“derecho a la seguridad”
El Gobierno de Francia invocó ayer el “derecho a la seguridad” para defenderse de las críticas recibidas del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (CEDR), preocupado por la situación de los gitanos o por el debate sobre la “identidad nacional” francesa.
Las iniciativas legislativas galas buscan “la igualdad de los derechos de las mujeres, la protección de los más vulnerables contra el tráfico de seres humanos y la preservación del primero de los derechos humanos, que es el derecho a la seguridad”, argumentó en un comunicado el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche.Las declaraciones se producen después de que ese comité de la ONU asegurase que Francia es racista.